07 diciembre 2009

Scandal Cap.1

Día Uno

Me levanté cuando la alarma de mi celular retumbaba en mi habitación. “Bye Love Bye” se reproducía una y otra vez, amó escuchar su voz grave por las mañanas. Con una sonrisa, comienzo a cambiarme mientras veo a mi pequeño, aunque aterrador y valiente, perro acercarse moviendo su cola con completa alegría.

—Otro día hermoso, ¿no? –Le preguntó, el brillo nacarado de sus ojos es la respuesta que recibo y enseguida sé lo que él desea.-Me lavo los dientes y damos un paseo-le aseguró al dirigirme al baño, me sigue a cada paso como si no creyera en mis palabras.

Unos segundos me detengo viendo mi reflejo en el espejo, no veo nada especial en él. Solamente una joven, cuyos ojos son los suficientes grandes como las pelotas de Golf, su labio es fino y rosado, ni hablar del cabello totalmente despeinado y corto. Acomodó algunos traviesos pelos, comienzo a cepillarme los dientes con mi cepillo violeta. Suspiró con toda la espuma en la boca. Otro día normal, otro día más.

Al salir, con mi perro atado a la correa que sujeto, notó que hace frío para ser verano, demasiado frío. Doy el típico paseo, regresando a casa. Le quito su correa y él corre libremente por la casa.

—Me voy a trabajar, ChuYuu-le aviso, sus orejas se contorsionan hacia atrás indicándome que estaba triste-. Regresaré pronto, ¿si? Pórtate bien-

Tomó mi cartera y cierro la puerta con llave, la cual sostengo en mi mano admirando unos segundos el pequeño llavero que ésta enganchado en ella. Su foto resplandece atrás del plástico transparente, tan hermoso, tan distante y perfecto, como un dios. Me preguntó cómo será su forma de ser, cómo será su verdadero carácter cuando las cámaras que lo filman se apaguen, cómo sonreirá, qué frases dirá, qué cosas le gustará. No puedo evitar ser una fan curiosa, pero fan al fin.

Caminó varias cuadras con prisa al notar en el reloj blanco de mi muñeca que ya eran las ocho de la mañana, hora en la cual siempre me tomó el colectivo para ir a mi trabajo. Estaba llegando tarde, trataba de correr un poco pero el taco de mis zapatos me lo impedía. Con suerte, llegue a la parada notando que aún había gente, el colectivo no ha pasado. Aliviada, buscó la tarjeta en mi bolso hasta dar con ella en el momento que el colectivo se detiene a mi lado. Al pasar la tarjeta por el aparato, me siento en el tercer asiento a la derecha, dejando un espacio vació a mi lado. Me pongo los auriculares en mis oídos, dispuesta a descansar una hora, tiempo en el cual el colectivo recorre la ciudad hasta llegar a donde trabajo.
El sonido del piano me envuelve por completo, su voz grave se acentúa con cada nota y marca tanto el ritmo como el sentimiento que él va dejando en la canción. Realmente, posee una “armonía” en sí.

Mi cabeza se apoyó en la ventana, mis ojos se cerraron, estaba dormitando. Un pequeño golpe, el colectivo paró bruscamente y mi cuerpo se dejó llevar por el movimiento, literalmente me estaba cayendo hacia delante. Algo me detuvo en el momento justo, abrí los ojos sorprendida y noté un par de brazos rodearme acomodándome de nuevo en el asiento.

—Deberías tener más cuidado-una voz penetrante aturdió mi oído luego que me quitará el auricular sorprendida. Me giré hasta ver quién me hablaba con tanta insolencia y arrogancia-. No es recomendable quedarse a dormir en un colectivo, ¿sabias?

¿Seguía soñando? Aunque más que un sueño, pensaría que es una pesadilla. Mordí el labio inferior para no gritar de nervios, me abrace a mi cartera y sus ojos se posaban en mi analizando cada detalle de mi persona.

— ¿Sabes hablar coreano?-preguntó incrédulo por la ausencia de mi voz, no podía reaccionar, mi cuerpo estaba convulsionado al verlo-. Tenía razón, no tenía que aceptar el reto de Yunho-.

— ¿Qué haces en un colectivo?-.Se sobre saltó al oírme hablar, mis palabras sonaban tan inseguras, quebrándose a cada segundo. Sonrió maliciosamente, mostrándome quién tenía el control de la situación.- ¿No tienen limosina?- Y un ruido me despertó aún más de mi asombro, a su lado, se encontraba un señor con una cámara portátil negra y de ella, titilaba una luz roja.

—Bienvenida a “Scandal”, mi nombre es Shim Changmin y seré tu novio durante siete días-pronunció cada palabra con desgano y me entregó un ramo de rosas amarillas. Con mis manos temblando las tomé, sin dejar de observar su rostro.-Un gusto en conocerte...-pensó unos segundos antes de continuar, consideré el detalle que olvidada mi nombre como un acto grosero.

Y fue así como comenzó nuestro “escándalo”.

Scandal

Titulo: Scandal
Autora: Florzhia
Pareja: Nobody Knows ;D
Género: Hetero/Yaoi

Prologo

La vida es simple. Naces, te desarrollas, aprendes, tienes amigos, amas a tu familia, trabajas, vives solo, te enamoras, te casas, tienes hijos, los crías hasta que se hacen grandes y luego… mueres en paz. La vida es relativamente simple para todos, menos para mi. Conocerte fue el principio de todo el caos, jamás me arrepentiré de ello.

Aclaración: "Scandal" es un programa telesivo famoso de Corea del Sur, donde un famoso tiene varias citas durantes sietes dias con una chica no-conocida.

12 noviembre 2009

¿Por qué? Porque te quiero

Titulo: ¿Por qué?
Autor: Florzhia
Pareja: MinSu
Género: Slash
Estado: Finalizado
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Primera Parte
Segunda Parte

08 noviembre 2009

Song

Escribi un OneShot Slash con mi couple favorita: YunChun. Este OneShot fue inspirado mientras escuchaba esta canción, asi que por favor lean el fanfic escuchando la canción. Espero que lo disfruten, aunque sea tan corto.




        No entendía de qué trataba la canción, no comprendía el idioma y no encontraba en ningún lado una traducción de la letra. Sin embargo, la escuchaba una y otra vez. Cerró los ojos dejando que la música lo transportara lejos de su realidad, su fatídica e intolerable realidad. Un lugar donde nadie lo encontrará, donde podría descansar sobre el pasto fresco y húmedo, donde el viento acariciara su piel con devoción y los pensamientos corrieran libres alejándose. No habría presión en su pecho, su mente no se fastidiaría a cada segundo y la angustia lo dejaría tranquilo. Un lugar perfecto.
Terminó la canción, comenzó de nuevo. ¿Era la quinta o sexta vez que su computadora la reproducía? No lo sabía. ¿Cómo la había encontrado? No lo sabía.
Se acomodo aún más en la silla, apoyó sus pies sobre el asiento y abrazó sus piernas. Conteniendo todo su cuerpo, conteniendo las inexplicables lagrimas que deseaban salir. Aunque no tuviera razones por las cuales llorar, aunque ese mismo día se había reído tanto. La nostalgia se acurrucó a su lado exigiéndole derramar alguna que otra lagrima. Una canción que cambio su estado, volviéndolo más sensible en cuestión de segundos.
No sintió cuando la puerta se abrió, no se preocupó cuando alguien lo vio en esa posición, simplemente no se dio cuenta. Estaba sumergido en ese mundo, en esa paz que no encontraba hacia días. Pequeños pasos dio su espectador, acarició su cabello, asustándolo por completo y se quito los auriculares.

— ¿Eh? –su voz estaba quebrada, hacia horas que no hablaba en voz alta. Se levantó de la silla y se quedó mirando el suelo escondiendo su rostro, seguramente tenía las marcas dejadas por las lagrimas.-Perdona… estaba…

Lo abrazó con fuerza, afianzando su cariño hacia él.

—Yoochun-ah… -susurró suavemente cerrando los ojos, sintiendo el dulce perfume a vainilla que desprendía su tersa piel.-Otra vez, estas escuchando esa canción.

— ¿Cómo lo sabías? –Se acurrucó más entre sus brazos apoyando su cabeza en el hombro del más alto. Nuevamente, sintió paz.

—Porque  te gusta escuchar canciones tristes para estar más triste –bromeo escuchando un gruñido como respuesta.- Y porque esa canción es especial… porque cuando escuchábamos esta canción, nos dimos nuestro primer beso.

— ¿Desde cuando eres romántico, Yunho? –alzó su rostro mirando detenidamente cómo Yunho abría sus finos ojos para deslumbrarlo con el brillo almendrado de estos.

—Desde que te conocí –respondió sonriendo, Yoochun se sonrojó avergonzado. Acercó su rostro sin perder su sonrisa, besó los suaves labios carnosos de Yoochun sintiendo las molestas mariposas recorrer su interior como la primera vez. Durante unos segundos, Yoochun juró haber encontrado ese pasto verde, ese viento acariciando su piel y sus pensamientos siendo liberados, en el beso que Yunho le dio.Por eso lo amaba.

Fin

05 noviembre 2009

T.o. Y.o.u. Cap 5



Arregló el cuello de su camisa violeta, sonriendo satisfactoriamente ante las miradas curiosas de la multitud que bailaba sin control en la pista de su club nocturno favorito. Caminó como un lince observando cual sería su futura presa, la cual devoraría durante toda la noche sin reparo. Estaba ansioso de empezar, no pudo controlar su sonrisa agraciada al notar un joven realmente atractivo apoyado contra una de las columnas. Se acercó lentamente midiendo fríamente sus movimientos hasta estar a centímetros de éste.

Se quedó varios segundos admirando la silueta delgada del joven, la forma como su cabello rubio tapaba parte de su frente y dejaba a la vista el brillo azulado de sus ojos. De labios finos y rosados, era un joven extranjero que Yoochun no dejaría escapar.

No espero más tiempo, tomó con su ágil mano la nuca desprotegida de ese joven y beso aquel par de labios desconocidos presionando su cuerpo contra el de éste para acorralarlo contra la columna. Al principio, el joven no respondió a los ataques sensuales de Yoochun pero como si fuera un hechizo, cayó en las redes de éste abrazando su cintura.

Gimió aceptando ser tocado con descaro por Yoochun, quien empezó a masajear la espalda de su presa metiendo su mano por debajo de las prendas de ésta. La erección del joven se hizo muy evidente, rozando con la suya, Yoochun estaba perdiendo la cordura saboreando su boca, degustando su cuello alargado y fino.

—Más… -susurro su victima, se le dificultaba respirar cada vez más. Yoochun se felicitó a si mismo al ver lo que causaba en él, en todas las personas.-Más…Yoochun-

— ¿Eh? –Confundido de cómo ese ser podría saber su nombre si no se había presentando, dejando esas tonterías de presentación para poder acortar el tiempo e ir a lo interesante del asunto. Se alejó unos centímetros del cuello de su presa.

—Más…Yoochun-

¿Ojos castaños oscuros? ¿Pelo castaño claro? ¿Cuerpo atlético? ¿Voz grave pero al mismo tiempo suave?

—Yoochun… -lo volvió a llamar en susurros mientras su cuerpo convulsionaba al sentir la mano de su atacante en su espalda. Y su excitación se hizo más evidente, otro roce con el cuerpo de su victima, Yoochun culminó dentro de su jean apretado. ¿Desde cuando él se volvió tan precoz?

Su rostro cambio drásticamente al desconocer la identidad de aquel joven. Se separó bruscamente como si hubiera recibido una fuerte descarga eléctrica. Perdió el equilibrio y cayó en el suelo sin perder de vista a esa persona que ahora se acercaba a él para ayudarlo a pararse.

Yoochun cerró sus ojos antes que aquella persona lo llegara a tocar. Volvió a abrirlos cuando sus manos identificaron la tela sedosa de su sabana. Su respiración estaba agitada como si acababa de correr en una maratón. Examinó asustado a su alrededor, se alivio a notar las paredes carmesí de su cuarto, el desorden de ropa sobre una silla y el reloj de Garfield contra una pared, moviendo su cola marcando el paso del tiempo.
¿Fue un sueño? ¿Cómo un sueño podría sentirse tan real? Se sentó en su cama, quitando la sabana que cubría parte de su cuerpo y avergonzándose al ver la mancha de su boxer de Batman, su ropa interior favorita. Estaba seguro que la calidez y la humedad que se escurría por su entrepierna era algo que debía resolver ahora, si quería volver a dormir.

—No puede ser –se repitió una y otra vez, borrando toda teoría sobre los sueños y lo que alguna vez Freud dijo sobre ellos. ¿Qué podría saber ese viejo sobre los sueños? Los sueños son sueños, no más que eso. Si todo lo que los sueños demostraran fuera real, en este momento Jaejoong sería el Power Ranger Rosa y Yoochun estaría comandando una flota marítima gay por toda la Atlántica buscando más reclutas para armar la fiesta del siglo. Con mala gana, se levantó de su cama dirigiéndose al baño.

— ¿Qué llevas ahí? –Se sobresaltó al oír la voz adormilada de Jaejoong, quien estaba saliendo del baño vestido con su pijama de Hello Kitty, compuesto por una musculosa blanca con un dibujo enorme de la gata más famosa de Japón y un pantalón rosado. Su rostro estaba cubierto por una mascarilla de color verde pastel y tenia su pelo atado con varias hebillas. Lucía como una vieja de cincuenta años con músculos. Al verlo, Yoochun se asustó tropezando con sus pies. A pesar de haberse despertado hacia media hora atrás, Jaejoong fue conciente de la mancha en el boxer de su amigo.- ¿Por qué se despertó Micky Mouse?

— ¡No le digas Micky Mouse! –Yoochun apartó a su amigo de la entrada del baño, se metió en éste y luego cerró la puerta oyendo la ruidosa carcajada de Jaejoong.

— ¿Tuviste un sueño “húmedo”? ¡Que suerte! -Estaba detrás de la puerta, esperando alguna respuesta por parte de Yoochun. Sólo que el sueño lo estaba invadiendo de nuevo para continuar esperando. –Luego me cuentas con lujos de detalles. Me voy a dormir, mi adorable pervertido amigo.

Oyó los pasos de Jaejoong disminuyendo en intensidad, se alivió a ver como “Micky Mouse” quedaba limpio y dormido luego de una larga ducha tibia. Su mente fue atacada por miles de imágenes y esa persona estaba presente en cada una de ellas.

Con la toalla cubriendo su cuerpo, se dirigió a su pieza para cambiarse de ropa. Eligio sin esmero un boxer celeste con nubes blancas y una musculosa blanca. No le dio importancia a su cabello mojado, no tenía ganas de ir por el secador al cuarto de Jaejoong. Se tiro sobre su cama, cerrando sus ojos deseando no volver a soñar con él.

Desayunó silenciosamente mientras Jaejoong hablaba sobre carteras, cremas y otra tontería más que la mente de Yoochun no dio importancia. Se preparó nerviosamente para ir a trabajar, el traje le quedó más apretado. ¿Estaba engordando? Se prometió dejar de comer a escondidas las sobras de las tortas de Jaejoong. Admiró su figura en el espejo, por unos segundos, juró sentir un perfume refrescante como la menta pero dulce como la miel. Y ahí estaba, el recuerdo de su sueño presente, atormentándolo.

—¡Vamos!-le grito Jaejoong tomando las llaves del auto, un Mustang rojo descapotable. Yoochun apareció en el living con su pelo despeinado, totalmente desprolijo.- ¿Qué te paso? ¿Discutiste con el peine?

—No puedo arreglarlo, me quedé dormido con el pelo mojado y…-

Jaejoong metió manos en el asunto, pero no hubo resultado, el peinado de hoy de Yoochun sería al estilo “me desperté hace dos segundos, no molestar”. Se dirigieron en el auto hasta el restaurante, las luces iluminaban el gran salón dado que las nubes obstaculizaban la salida del sol. Jaejoong se fue a su cocina, mientras que Yoochun se sentó en el piano blanco ubicado en el centro del lugar. Apoyó las partituras, observando la llegada de los demás empleados. Hoy sería un día complicado.

Las horas pasaron, la clienta era poca pero reclamaba mucha atención de los meseros. El pianista, quien tocaba cada melodía de manera automática, se detenía de vez en cuando para admirar cómo uno de los tantos meseros hacia su trabajo.

—Deja de mirarlo tanto –le reprochó Jaejoong al pasar por su lado. El joven pianista se sobresaltó dejando de tocar durante unos segundos, su mirada fulminante se posó en la silueta pronunciada de su amigo, quien continuo hablando.- ¿Por qué no vas a hablarle?

—Déjame tranquilo, Jaeboo-respondió ofendido por el comentario, en su opinión, totalmente innecesario. Continúo tocando en su apreciado piano, aquel piano blanco que desde niño deseo tener. Jaejoong no se alejó de su lado, en cambio se acercó incluso más a él, el aroma a frutilla de su shampoo se acentúo exorbitantemente.

—Es lindo, atento y tiene un ese lunar sobre los labios que lo hace…

— ¿No tenés cosas que hacer?-preguntó Yoochun alzando una ceja, los ojos castaños oscuros de Jaejoong brillaron de tristeza. Fue agresivo con su amigo, Yoochun se arrepintió de sus palabras en el segundo que recordó cómo Jaejoong se comporta con los comentarios ofensivos.

— ¡No me trates mal! Yo solo te digo la verdad. Hacen una muy linda sensual, atlética, hermosa y adorable pareja. Solo tenes que hacer que Yunho se pase al lado rosa del mundo. Eso es muy fácil, teniendo en cuenta lo lindo que te ves con este corte de pelo-dijo Jaejoong mientras se sentó en la misma butaca, acomodó su brazo hasta acariciar algunos cabellos de la nuca de Yoochun.-Ya es tiempo que subas al caballo de nuevo, olvídate de “Minnie”.-

—Yunho no me interesa y ya me olvide de “Minnie”- defiendo su postura sobre el tema. Yoochun fue conciente que dijese lo que dijese, aunque lo demostrara en graficas y estadísticas, Jaejoong seguiría pensando lo mismo. No entendió de dónde sacó su mejor amigo la (tonta) idea que a él le gustaba Yunho.

— ¡Hey!-saludó contento Heechul mientras se acercó al piano.- ¿Qué hacen?

—Yoochun esta “mirando” mucho Yunho-comentó Jaejoong, Heechul frunció el ceño molesto.

— ¿”Mirando”? Mi querido precioso Chunnie, si vas a mirarlo tanto, podrías al menos hablarle- aconsejó Heechul sentándose en otra punta de la butaca. Yoochun temió por su vida al encontrarse sentado en medio del dúo dramático.- ¿Qué te paso en el pelo? Parece un nido de gorriones.

—Ya le dije a Jaejoong y te lo voy a decir a vos también. A mi no me gusta Yunho- cada vez su voz se hacia más grave y sombría. La paciencia que siempre tuvo se estaba yendo con cada palabra dicha. Tenia la esperanza que lo tomaran con seriedad, realmente la tenía. Por eso al oír la risa estridente del dúo dramático, se sintió un tonto.

— ¿De que se ríen?-esta vez era Hangen quien se apoyaba sobre el piano. Yoochun se mordió el labio inferior evitando decir algo comprometedor, lo único que necesitaba era más personas rodeándolo con preguntas. Jaejoong se regocijo en la butaca al ver como las mejillas de Yoochun se tornaron rosadas.

—Yoochun estaba “examinando” al nuevo mesero cómo atiende a nuestra clientela-susurró Heechul haciendo gestos dándole más dramatismo a sus palabras.

— ¿En serio?- Jaejoong confirmó lo dicho por Heechul moviendo su cabeza. Hangen se limitó a sonreír provocando que Yoochun se equivocara en una nota.- Es muy poco profesional mirar de “esa” forma a los meseros. Sos conciente de eso, ¿no?

—Ya dije que yo no…

— ¿Hay reunión y nadie me avisó? –Se quejó Leeteuk arrugando su frente.- ¿Ves, Hangen? Te dije que siempre me dejan de lado.

— ¡Ay! Leeteukie. Es una reunión de emergencia, ¿sabes? Yoochun nos necesita –El mencionado hizo oídos sordos a la charla prestando más atención a la melodía que estaba tocando o que intentaba tocar.

— ¿No me digas que cayó en la redes de Yunho?

— ¡Así es!-afirmaron los demás empleados al unísono.

—Yo no te culpo, Chunnie. Yunho tiene ese trasero imponente.

—No solo el trasero, Jaejoong. ¿No viste cómo corrió la mesa? ¡Esos brazos!

—¡Diablos! Eso me pasa por estar encerrado en la cocina.

—Dejen de hablar de brazos y traseros. Yunho no es solamente físico.

—¿Entonces, Leeteuk?

—Es muy caballero con las demás. Hace un rato ayudó a una señora a sentarse acomodándole el asiento.

—¡Que amor!

—¡Es un divino!

—¡Yo quiero, yo quiero!

—¿Vos no tenes a Siwon?

—Bueno… Pero ojos que no ven, corazón que no siente.

—¡Heechul!-recriminaron todos al joven de cabellos rojizos.

Yoochun dejó de tocar, observó a todos con un odio espontáneo. A ninguno de ellos le había dado el derecho de hablar de él y de su (imaginaria) relación con Yunho. Uno a uno fueron notando que las manos del pianista descansaban sobre sus rodillas.

—Creo que alguien tiene su periodo-bromeo el mayor de todos. Las risas continuaron expandiéndose alrededor de Yoochun, quien se pateo mentalmente al dejar que los demás notaran la cantidad de veces que depositaba su atención sobre el nuevo mesero.
Aliviado de que los tan molestos amigos que tiene se fueron a realizar sus trabajos correspondientes, siguió observando al inexperto mesero, intento concentrarse en el piano para no equivocarse, hasta que el susodicho paso muy cerca de él, distrayéndolo por completo. Se detuvo un segundo para suspirar, tratando de aliviar la tensión de sus manos.

Al darse cuenta que Yoochun dejo de tocar el piano, Yunho se dio vuelta y le sonrío, diciéndole: sigue tocando, me agrada, y siguió su camino hacia la mesa.

Yoochun quedo perplejo, y no supo si fue por la sonrisa descuidada o por las palabras, ya que sabía que lo que estaba tocando era una simple interpretación de una de su canciones preferidas.

Analizó mentalmente cada característica dicha por sus compañeros, primero fijó la vista al trasero de Yunho. No era fuera de lo normal, tampoco creía que era tan “imponente” como lo describió Jaejoong. Formaba parte de la anatomía de Yunho, simplemente eso. Subió un poco la mirada hasta visualizar los brazos del mesero, se paralizó cuando Yunho lo saludó desde el otro extremo del salón al darse éste cuenta que estaba siendo observado por el pianista.

Automáticamente, su cerebro mandó una orden a su brazo derecho para que éste se moviera de un lado al otro respondiendo el saludo esporádico de Yunho, quien lo recibió contento continuando así con su labor. Definitivamente debía alejarse de las malas influencias de Jaejoong y el resto. ¿Cómo es que se quedo unos segundos admirando la retaguardia de un compañero de trabajo de esa forma?

Its raining man… ¡Aleluya!

Sintió un movimiento extraño en su pantalón seguido de un ringtone, se sorprendió y quitó el celular que ahora vibraba en su bolsillo mientras reproducía la música, vio el mensaje nuevo que le llegó.

“¡Lo estas desnudando con la mirada! ∑(O_O;) Micky Mouse quiere ser lamido por Gooffy O(.≧∇≦.)O”

No hacia falta saber quien había enviado semejante idiotez junta. Además, ¿quién era Gooffy? Dejó el celular en su bolsillo y continúo tocando el piano, evadiendo cualquier pensamiento que conectada los nombres de varios personajes de Disney con el miembro reproductor masculino. Ya vería como acabar con las bromas de Jaejoong.

¿Podría ser éste el día más pesado de su vida? Así lo parecía, aún cuando la hora de salir de su trabajo se acercaba, se sintió molesto en su asiento. Terminó antes de tiempo, alejándose del piano y saliendo a la calle a fumar un cigarrillo, lo único que calmaba su actitud malhumorada de estos días.

—Hola, Yoochun -.Saludó Yunho, parado a su lado, disfrutaba del aire fresco de la noche. Yoochun se quedó unos segundos asimilando la situación, su cigarrillo se cayó al temblarle la mano. Observó a la persona que tenía a su lado, Yunho. Seguramente medía casi un metro y ochenta centímetros, no tan alto. Su peinado era común, su cabello castaño claro con algunos partes más oscuras, corto pero con un flequillo del lado derecho ocultando parte de su frente. ¿Y ese aroma? Un suave perfume fresco aturdió la nariz de Yoochun, sin embargo, le había gustado. No negó que Yunho era atractivo y buena persona, pero no era su tipo.

—Hola -. Corto pero conciso, Yunho sonrió arreglando su cabello y luego acarició su nuca. Yoochun no perdió de vista el movimiento de la mano de Yunho por su cuello, ciertas imágenes recobraron vida en su mente. Se mordió el labio, Yunho lo miró confundido.

— ¿Estas bien?

—Si.

—Lindo peinado -. Yoochun tomó ese cumplido como burla, alzó una ceja ante la sonrisa carismática de Yunho.

—Gracias.

—Yoochun… tengo algo que decirte –sonó nervioso preocupando a Yoochun. ¿Había notado todas las veces que lo miró mientras trabajaba? No debía de ser cómodo para un heterosexual ser “violado” con la mirada por un gay. ¿Estaría molesto?

— ¿Si?

—Bueno… -. Antes que Yunho continuara, el celular de Yoochun resonó a pesar del ruido de la calle, alertando a ambos. Tomó su celular y observó el mensaje de texto que recién llegó.

“¡Chunnie! Venite rápido a la cafetería que vos sabes que yo sé que conoces y que nadie sabe porque es mi cafetería favorita, TOP SECRET. Tengo cosas que hablar con vos. ;A; No tardes.”

—Junsu… -Respondió el mensaje con un “OK”.- ¿Es muy importante, Yunho? ¿Podemos hablarlo en otro momento?

—No tomará tiempo -.Yoochun contuvo el aire en sus pulmones. ¿Realmente le iba a decir que dejará de mirarlo tanto? Se maldijo por ser tan obvio, maldijo a Jaejoong por remarcar algunos detalles de la apariencia de Yunho y maldijo a Junsu por escribir tantas locuras en un mensaje de texto. ¿Y ahora por qué éste tenía ahora sus mejillas de un color rosa pastel?-Tenes… tenes…

— ¿Qué tengo?

—Tenes la bragueta abierta –emitió una risa nerviosa, Yoochun enseguida observo el cierre de su pantalón y lo subió sintiendo como la sangre se le iba al rostro.-Ya me voy. Nos vemos.

No pudo ni saludarlo, tuvo demasiada vergüenza. ¡Justo hoy tenía que ponerse el boxer que Jaejoong le había regalado de Micky Mouse! ¿Hacia cuanto tiempo que estaba así su pantalón y nadie le dijo nada? ¿Por qué justamente él tenía que notarlo? Vergüenza, un sentimiento que no describía por completo lo que Yoochun estaba sintiendo.
De mala gana, como se le estaba haciendo habitual, se despidió de todos y le indicó a Jaejoong que iría más tarde a casa. No se quedó a escuchar los reclamos de su amigo sobre que siempre lo dejaba sólo, que nunca cocinaba él y demás cosas que Yoochun ya sabía. Al menos le dejó el auto para que Jaejoong fuera a hacer las compras y no se lastimará sus delicadas manos trayendo las bolsas.

Habrá pasado diez minutos caminando bajo la estrellada noche hasta llegar a la cafetería más colorida de la cuadra. Tenía luz propia y de los colores del arco iris. Alrededor de la puerta principal, había varios bastones de caramelo adornando el marco. Golosinas, galletitas, toda comida empalagosa estaba dibujada en la vidriera. Entró notando en seguida a Junsu sentando en una mesa con forma de galletita de vainilla con trozos de chocolate.
Y no por nada era la cafetería favorita de su amigo, tan dulce como él.

— ¡Chunnie! –Yoochun se sentó enfrente de Junsu saludándolo con la mano, quien se rió estrepitosamente al ver el nuevo look del recién llegado. – ¿Había muchos tornados en la calle?

—Tuve una mala noche –explicó con naturalidad, Junsu llamó a la mesera. Sintió lástima al ver a la pobre chica vestida con un traje amarillo patito adornado con puntitos de varios colores, con un delantal blanco con líneas grises.

—Bienvenidos a Candy Shop, donde la dulzura es una forma de vivir- recitó de memoria, dio su mejor sonrisa ante esos dos jóvenes y pretendió comportarse lo más normal posible, controlando su nerviosismo al notar la belleza exuberante en ellos. -¿Qué van a ordenar?

—Quiero un Jay Boom Pink y para él –Yoochun levantó la vista del menú, prestó atención a Junsu mientras éste hablaba con la camarera.- Tráigale un Micky Mouse Party-

La chica anotó ambos pedidos con una lapicera celeste sobre un pequeño cuaderno y se fue enseguida, en la mitad del trayecto hacia la cocina, se tropezó.

— ¿Qué es un Micky Mouse Party? –preguntó curioso, no comería cualquier cosa sólo porque Junsu lo pedía. ¿Las palabras del día eran “Micky Mouse”?

—Es un helado con la forma de Micky Mouse y tiene…-

—Bueno, eso no importa. ¿De que querías hablar?

—Chunnie, no sé como decirte esto.

— ¿Otra vez tengo la bragueta abierta?

— ¡¿Eh?!

—Nada, nada. Sigue.

—Bueno…-Buscaba en la pared de la cafetería las palabras adecuadas, la forma correcta de decir lo que estaba oprimiendo su pecho. La camarera llegó con las órdenes, dejó una porción de torta rosada y un licuado de vainilla para Junsu, y un helado muy raro para Yoochun.- Yo… Changmin… sofá.

—Junsu, no te entiendo nada.

—Que Changmin… y…yo…

— ¿Changmin y vos?

—Él…

— ¿Si?

— ¿Necesitan algo más? –preguntó con amabilidad la mesera pero recibió la mirada asesina de Yoochun y se fue antes de una respuesta.

—Sigue –hizo un ademán con la mano, tocando la cuchara con su otra mano para probar que tan rico podría ser el Micky Mouse Party.

—Tuvimos… “eso” -. Se tapo su cara con las manos, como si así se refugiara de cualquier comentario que Yoochun podría decirle. Sin embargo, éste seguía comiendo el helado, una vez que lo probo, le encantó. -¿Chunnie?

— ¿Hicieron que?

— ¡¿Cómo que hicimos que?!-estalló Junsu completamente nervioso, a punto de tener un ataque de angustia espontánea.-Lo hicimos.

Todo el helado que Yoochun tenía en la boca terminó siendo escupido con rapidez al comprender las últimas palabras del menor. “Lo hicimos”, resonó en su mente una y otra vez.

— ¿Te diste cuenta que esa declaración puede causar el próximo Big Bang y destruir el mundo tal y como lo conocemos?

—¿Big bang? I m so sorry but I love you... love you more –cantó Junsu, exasperando a Yoochun quien debatía si estaba bien pegarle con la cuchara.
— ¿Cómo? ¿Cuándo? –Pregunta tras pregunta fue formulando Yoochun y Junsu recibía cada una ansiosamente. Era una situación muy tensa para ellos, y para la camarera que muy de cerca escuchaba lo que decían dado que no había más personas a quien atender.

—Hace unos días, cuando volvimos de tu casa. Changmin me llevó a su departamento para “curar” mi embriaguez y…-Recordó cómo había molestado a su amigo con la palabra “nerd” y cómo éste se había tirado encima suyo, aprisionándolo con su cuerpo sobre la cama de sabanas de Star Wars.- Una cosa llevó a la otra y terminamos protagonizando una porno gay de bajo prosupuesto sobre su sofá mugriento.

—…-

— ¿Chunnie?

—…-

— ¡Chunnie!

— ¿Qué? Esto esta delicioso–.Se estaba devorando el helado, tenía un chocolate amargo tan adictivo que seguía comiendo sin perder el tiempo.

— ¿No me vas a decir nada?

—Bueno… -pensó unos segundos, no lo suficiente para decir algo coherente. -¿Cómo estuvo?

— ¿Qué clase de pregunta es esa?

Suspiró agobiado de no poder continuar comiendo ese helado tan placentero, aunque esa misma mañana se propuso hacer la dieta. Los ojos de su amigo brillaron conteniendo unas lágrimas, estaba muy sensible para seguir con bromas y era momento de tomar las cosas con seriedad.

—Tuvieron sexo –retomó el hilo de la conversación, la camarera se sobresalto a oír la palabra sexo proveniente de una voz tan grave y sensual.-Y… ¿Cómo te sentiste? ¿Qué paso luego? ¿Algo cambio entre ustedes?

— ¿No te molesta que lo haya hecho con Changmin? –Yoochun negó con la cabeza, aliviando una de las tantas preocupaciones de Junsu.

—No te preocupes por eso, ahora concentrémonos en vos.

— ¿Cómo me sentí?... Fue… No tengo palabras para describirlo. Después de “eso”- le tenía pánico a la palabra “sexo”, sonaba muy cruel y conllevaba un significado tan frió.-Me dormí y a la mañana, luego de ver una película juntos con Yunho, volví a casa. Desde entonces no sé nada de él.


— ¿Acaso… vos estas… de él?-Había una palabra en su vocabulario que no podía pronunciar sin sentir esas molestas mariposas en su estómago y a nadie la agrada tener insectos voladores golpeando las paredes del vientre.

— ¿Embarazado?

— ¿Cómo vas a estar embarazado? –Se reía y escuchó la risita quisquillosa de la camarera detrás él.

—No sé a que te referís –contestó con sinceridad, Yoochun se dio cuenta que si o si tenía que decir la palabra que a él tantas cosas le causaba. Junsu es una persona adorable y romántica, al tener sexo con Changmin… ¿No significaría que algo más pasaba dentro del corazón de su amigo?

—Si… estás enamorado.

— ¿Enamorado? –Los ojos de Junsu perdieron su forma de afinada y felina para formarse en grandes círculos, su voz sonó más aguda de lo normal haciendo temer a la camarera que si él seguía elevando la voz unos tonos más podría ser capaz de romper varias copas.- ¿Cómo voy a estar enamorado de ese salvaje?

—No entiendo algunas cosas-meditó llevándose la cuchara a la boca para lamer el poco contenido de dulce que en ella había, la camarera suspiro emocionada al ver esta escena causándole exaltación.- No se llevan bien y sin embargo lo hicieron en ese mugriento sofá.

—Te soy sincero, jamás creí que esto pasaría. Es más, estoy seguro que Nostrasladamos escribió que si esto ocurría seria el fin de la Tierra-. Otra risa más por parte de Yoochun, la camarera también aporto su risita infantil.- ¿Qué?

—No es “Nostrasladamos”, es Nostradamus –corrigió Yoochun percibiendo la molestia de su amigo.- ¿Qué vas a hacer a partir de ahora? ¿Serás un conejo o un amigo?

— ¿Conejo? No entiendo.

—Si sos un conejo, te revolcaras con Changmin cada vez que se vean -. Sintió pena al ser tan rudo pero era la realidad y nadie más que él conocía esa etapa bestial de Changmin. Una vez que éste degusto algo, lo seguirá degustando hasta perderle el sabor; como si fuera un chicle.- ¿Qué es lo que vos queres ahora?

Dos segundos sin hablar y se termino el budín junto con el licuado de una manera atroz asustando a la camarera que venía a hablarles con la excusa de si querían algún otro postre. Apoyó la cuchara sobre el plato de porcelana blanca y miró a Yoochun.

—No lo sé. –Pensó un poco más el asunto.- ¿Crees que Changmin le contaría esto a alguien? Me dijo que no dijera nada, pero es conciente que todo lo que me pasa lo comparto con vos.

—Bueno, puede que él se lo diga a…

Its raining man… ¡Aleluya!

Otro mensaje, otra vez era Jaejoong.

“¡Park Yoochun! Donde te metiste?! \(T^T)/ ¡La cena esta casi lista! (=_=; )”

Pagó la cuenta, Junsu se fue directo al departamento que compartía con su hermano gemelo. Él tomó un colectivo mientras iba dirigiendo todo lo que le ocurrió en el día. ¿Junsu y Changmin? Y ese sueño húmedo que ahora lo molesta cada tanto. Demasiada cosas en tan poco tiempo. Podría ganar mucho dinero entregándole toda su vida a un escritor de telenovelas, seguro que la gente se divertiría de ella.

Florzhia reportandose:::

¡¡Estoy escribiendo!!

Dentro de poco, se reirán... con el T.o. Y.o.u. (eso espero)

Love you♥

28 octubre 2009

Horóscopo

Título: Horóscopo
Autor: Florzhia
Pareja:YunChun
Género: Universo Alterno, romántico
Extensión: Oneshot

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Era una de las tantas personas que leen el Horóscopo pero no cree en ninguna de las palabras dichas por éste. Así que ahí estaba de nuevo, sentado en su cafetería favorita con el diario del día entre sus manos. Un día aburrido, el clima no ayudaba tampoco, por poco más creía que se caería el cielo por la forma que llovía. Suspiró y retomó la matutina lectura del horóscopo.

Géminis: Hoy te sorprenderás, será un día perfecto para el amor. Déjate llevar por tus impulsos, olvídate del pasado. Tu rutina cambiará para siempre.”

Corto, conciso y muy fantástico. ¿Acaso escribir horóscopos era una profesión que se enseña en una academia? Se detuvo unos segundos para admirar la calle vacía, gris y triste a través de la ventana de la cafetería. ¿Hoy se sorprendería? Desde que se levanto, nada sorprende ha ocurrido. Harang, su perro, se quedó dormido sobre su cama y su hermano lo llamó para salir este fin de semana. Observó la hora, faltaba poco para ir a su trabajo. Se arregló el traje al levantarse del sillón y salió con su paraguas en mano. No lo abrió, dejando que las gotas frías y nostálgicas chocaran contra su pálida piel, contra su cabello casi azabache.

—Lindo día –susurró una voz a su lado. Abrió los ojos para examinar al joven que estaba parado a su lado. Aquel joven tenía el cabello castaño claro como la miel, los ojos finos y expresivos, sus labios eran rosados resaltando con el color tostado de su piel, y un lunar pequeño se encontraba ubicado sobre su labio superior. Le llamó la atención al instante.

—Es un hermoso día -. Amaba la lluvia, amaba caminar bajo ésta, sentir el ruido de las gotas chocar contra el pavimento.- ¿Cómo te llamas?

—No le digo mi nombre a los extraños-aventuró sonriendo divertido.

—No soy un extraño si te digo mi nombre –alzó su mano hacia aquel peculiar joven.- Yoochun.

—Un gusto -. El joven estrecho su mano fervientemente, al tocarla Yoochun sintió calidez y firmeza.- Pero seguís siendo un extraño.

—No es justo, yo te dije mi nombre -. El joven sonrió desplegando una simpatía deslumbrante. Un auto paso cerca y aturdió a Yoochun con su bocina. Antes que Yoochun pudiera hablarle de nuevo, el joven desapareció. Buscó por ambos lados de la calle sin suerte alguna. Se dirigió a su trabajo siendo acompañado por los pensamientos sobre aquella persona.

El reloj marcaba cada segundo que moría, la lluvia se encargaba de envolverlo en pura nostalgia, nadie se acordaba de su existencia dejándolo trabajar tranquilamente en su escritorio. Sin embargo, una tierna sonrisa, una mirada expresiva y unos labios rosados se ocupaban de molestarlo. Yoochun salio antes de tiempo sin que nadie se diera cuenta de ello, caminó unas cuadras y esta vez la lluvia ya no lo acompañaba, lamento ese detalle.

Sonrió recordando las palabras del Horóscopo, otro día más que se equivocaba. Estaba a punto de cruzar la calle, una punzada en su antigua herida en la rodilla lo detuvo. A toda velocidad una moto pasó tan cerca que si hubiera cruzado en ese instante ésta lo hubiera golpeado contra el suelo. Se asustó en el segundo que esa posibilidad pudo haber sido cierta, retomó el camino hacia su departamento con temor de más improvistos que atentarán contra su persona.

Las luces de la ciudad se fueron prendiendo a medida que él transitaba por la calle, una duda carcomía en su mente. ¿Quién era ese joven? Debía ser otra de las bromas de la vida, conocer a alguien interesante y fuera de lo común en tan solos segundos y que luego éste desapareciera entre el aire frío de la mañana.

Al pasar por una tienda, notó que día era. Catorce de Octubre. Catorce. Aquel día, cumpliría tres años de juntos con su novia, en realidad, su actual ex novia. Ese pensar lastimó un poco su autoestima, recordándole que ahora estaba sólo, que su corazón vació no tenía por quien velar y eso le molesto.

“(…) olvídate del pasado (…)”

¿Tenía razón unas simples oraciones hechas al azar en el apartado de un periódico? No cuestiono de nuevo, se dejó llevar por aquella típica frase. ¿De que sirve recordar lo que ya esta perdido? Una voz susurrando en el viento le sugirió no volver a casa, mejor no volver. Había demasiados memorias dentro de ese apartamento y se prometió a si mismo no recordar. Vagando en la ciudad cuando la noche estaba apoderándose de cada rincón. Sus pies lo llevaron automáticamente hasta el lugar donde el joven había estado.

—Estoy loco –susurró dejando que las palabras fueran arrastradas por el viento, una hoja caída de un árbol se unió a la corriente de aire y Yoochun la siguió con la mirada. Como si fuera natural, la siguió hasta que su recorrido acabo en el suelo cerca de una bicicleta violeta.

—Hola, extraño -. Yoochun se sorprendió casi tropezando con la bicicleta estática apoyada en un poste.

Era él, no estaba alucinando. Era él, parado enfrente suyo mirándolo con tranquilidad, vestido con un buzo gris y una gorra negra.

—Ya te dije que no soy extraño. Mi nombre es…

—Yoochun -. Y su nombre en los labios de aquel joven sonó como si fuera una suave melodía primaveral.- ¿Me estabas buscando?

“Eso creo” pensó unos segundos, sorprendiéndose de su comportamiento. Yoochun solía hablar con extraños, pero jamás perseguirlos, jamás se quedaba pensando en ellos más de lo normal.

—Yunho.

— ¿Qué?

—Que me llamo Yunho-otra sonrisa más cálida que la anterior, Yoochun se quedó en silencio sin saber que decir. Pronuncio en su mente aquel nombre para no olvidarlo.-Bueno, hace frío para estar en la calle. ¿Querés tomar un café?

— ¿Qué tipo de café? –preguntó ansioso diciendo lo primero que vino en su mente, dado que Yoochun mide a las personas por el estilo de café que piden, era absurdo pero nunca fallaba.

—En este momento, quisiera tomar un café amargo con tres cucharadas de azúcar negra y un poco de canela –aventuró Yunho caminando dejando atrás a Yoochun, quien enseguida lo alcanzó.

“Es seguro de si mismo, le gusta el romanticismo pero en su medida justa y a veces es infantil” analizó Yoochun entrando con él a la misma cafetería de esta mañana. Se sentaron alejados de toda clientela, idea de Yunho.

—Siempre vengo a esta cafetería –confesó Yunho dejando que su acompañante tratara de recordar si alguna vez lo vio.- Y siempre te veo tomar tu café con crema leyendo el horóscopo.

Quiso decirle algo, pero ¿decirle qué? Se mordió el labio, un atenuante calor se extendió por sus mejillas. Yunho sonrió al ver la reacción de Yoochun, quien no pudo mantener el contacto visual con aquellos ojos castaños claros y se decidió por posar su vista en la mesa caoba.

—Sos tan lindo cuando estás avergonzado -. Y lo recordó, miles de imágenes pasaron por su mente. El lunes pasado, Yoochun había perdido su lapicera en el suelo de mármol de la cafetería y un joven la encontró al instante, se la devolvió con esa sonrisa característica. El martes, le faltaban unas monedas para pagar su café y otra vez el joven lo ayudó. ¿Cómo pudo ser tan ciego? ¿Cómo no pudo verlo antes? –No te culpo si queres irte. Después de todo, estas en tu derecho de pensar que soy un lunático que te sigue.

—No… No pienso eso – y tuvo que intentarlo una vez, para saber como se sentía decir su nombre-. Yunho.

Se quedaron hablando durante horas hasta que la cafetería cerró. No quería alejarse de él, Yunho le hizo revivir muchas sensaciones que él pensó que había perdido en el transcurso del tiempo.

“(…) será un día perfecto para el amor (…)”

Así lo fue, desde aquel momento, Yoochun no se separó de la compañía acogedora de Yunho. Ahora, cada mañana van juntos a la cafetería para pedir sus respectivos cafés y leer el apartado del Horóscopo, sonriendo y olvidando el pasado porque tienen un futuro juntos por recorrer sin temores.

— ¿Qué piensas?-preguntó Yunho, alterando el silencio de los pensamientos de Yoochun.

—Quiero un beso –suspiró esperando que Yunho se acercará a él, pero éste ni siquiera se movió de su asiento.- Yunnie.

—No, ya te dije que no habrá más besos. –Alegó el mayor conteniendo todo impulso traicionero, lamentó ver la tristeza en el rostro de su novio.-Y bien sabes porqué.

—Uno solo y prometo portarme bien.

—Nunca te portas bien.

—Por un beso, si lo haré.

—Yoochun… No puedo, no ahora.-Yunho se levantó y pago su cuenta dejando a Yoochun con el diario en la mano, viendo la figura de su reciente novio irse.

Géminis: Las apariencias engañan. Sé espontáneo”.


Acuario: Deja fluir tus emociones sin cuidado, serán bien aceptados.”

En el trabajo, se sintió agonizando por regresar a su departamento o ir a ver a Yunho practicando alguna coreografía en el centro de baile. Sin embargo, estaba avergonzado por su comportamiento de esta mañana. Él mismo le había pedido a Yunho que fueran despacio, lentamente, dado que esta era su primera relación con un hombre a pesar que ya conocía su sexualidad hacia tiempo atrás, razón principal por la cual terminó con su ex novia. Yunho aceptó aquello con tranquilidad pero cada vez que besaba los labios carnosos de Yoochun, sentía que perdía el control y no quería apresurar las cosas o asustar a Yoochun. Por eso, siempre optaba por mantener la distancia aunque eso doliera, hasta que Yoochun se sintiera preparado para avanzar con la relación.

Recibió un mensaje de Yunho en su celular, en vez de ir para su apartamento, se dirigió hacia la casa de su novio. Estaba ansioso de verlo, de pedirle perdón por la escena de esa mañana y demostrarle que si podía ser un buen chico portándose bien. En pocos minutos, Yoochun tocó el timbre esperando en el portal de la puerta, la cual se abrió lentamente. Confundido, se adentró en el interior de la casa, no había luces que iluminaran el lugar solo unas velas ubicadas sobre algunos muebles.

Yoochun se acerco a una de las tantas velas y leyó la pequeña nota que se encontraba sobre la mesa.

“Sigue las velas”

Continúo caminando, suspiraba pensando en el romanticismo espontáneo de Yunho. Otra nota más.

“Ya falta poco”

Salio del living hasta llegar al comedor diario, otra nota más.

“No te dije que no prendas la luces.”

Se rió de lo absurdo que fue al no pensar en ese detalle. Prendió las luces notando que en la mesa ya había varios platos blancos de cerámica, Yunho apareció vestido como chef, usando un delantal blanco y un sombrero muy raro.

— ¿Y esto? –Yoochun señalo la preparación elegante de la mesa, Yunho se acercó a él para depositar un dulce pero corto beso.

—Me porte muy fríamente hoy. Quiero recompensarlo.

—Pero si yo te iba a pedir…-Las manos que ahora acariciaban su rostro impidieron que terminará la oración, la mirada envolvente de Yunho lo tranquilizaba.

—Solo disfruta.

Se sentó en el lugar que Yunho le indicó. Se asombró de la cantidad de comida que Yunho había preparado para él, nunca se imaginó que su novio fuera tan talentoso para todo.

Géminis: Las apariencias engañan. (…)”

Cierto, la primera imagen que tuvo de Yunho fue un ser extravertido e impulsivo. A medida que pasaba el tiempo con él, descubrió la timidez que dominaba en Yunho, reparó en la cantidad de tiempo que éste piensa antes de actuar. Cuando llegó el postre, Yoochun decidió seguir el consejo de un viejo amigo, el periódico.

“(…) Sé espontáneo.”

Se acercó a Yunho, quien estaba depositando una porción ya cortada de una torta de Mouse que le tomó dos horas hacer, acarició la mejilla de éste para luego besarlo tiernamente en los labios. Al principio, Yunho se quedó estático pero luego rodeo la cintura de Yoochun con sus brazos.

Acuario: Deja fluir tus emociones sin cuidado, serán bien aceptadas.”

Correspondió el beso aumentando su intensidad, abrazaba a Yoochun como si fuera la última vez y éste así lo notaba. Lentamente, fue introduciendo su lengua dentro del boca de Yoochun, quien enseguida sintió un calor abrasador recorrer por su cuerpo hasta acumularse en un punto especifico de su anatomía que ahora rozaba sin descaro con el cuerpo de Yunho. En segundos, Yoochun se encontró a si mismo acostado en la cama entre las sabanas grises aterciopelas siendo acariciado por los besos que Yunho le proporcionaba en su cuello. Esta vez no le pediría que se detuviera, esta vez seguiría hasta el final porque ya no temía, no podía temer teniendo a Yunho a su lado.

— ¿Estas bien?-preguntó cuando su respiración agitada se lo permitió, la imagen que Yoochun desprendía volvió a quitarle el aire de sus pulmones. Los labios de Yoochun eran carnosos y llamativos, en ese momento estaban rojos por la presión e intensidad de los besos. Su cabello estaba despeinado y mojado en sudor debido a la agitación, su pecho se movía sin seguir un compás, Yunho no pudo contenerse más, no cuando Yoochun lo miraba deseando más de él.

—Más que bien –respondió la grave voz de Yoochun, un susurro taciturno que fue el detonante principal para que Yunho fuera desabotonándole la camisa, botón por botón, apreciando los segundos. Besó su cuello, acarició su desnudo y pálido pecho, se maravilló con la tersa y cálida piel de Yoochun. Escuchó suaves gemidos que fueron aumentando en intensidad, mordió con delicadeza el cuello de su novio y éste reclamó sediento de más. Quitó la camisa tirándola en el suelo, Yoochun se quedó unos segundos hipnotizado por su mirada acogedora, rodeo su espalda con sus brazos atrayéndolo más acerca aun.

No se dio cuenta cuando las hábiles y finas manos de Yoochun le quitaron su ropa o cuando fue que se adentraron en las sabanas buscando refugio. El dulce aroma a menta fue envolviéndolo mientras se acomodaba encima de Yoochun, tomando control completo. Tenía una idea de lo que ocurriría pero se negaba a lastimar a Yoochun de esa forma aunque sea por placer, no sería capaz de verlo sufrir en su primera vez. Decidió por los dos cuando se sentó sobre la entrepierna de su novio e introdujo el miembro lubricado por su en su interior.

—Ah… -gimió fuertemente Yoochun cuando sintió la firme y estrecha cavidad de Yunho, quien se apoyo sus manos sobre el pecho de él como apoyo mientras iba moviéndose hacia arriba y luego hacia abajo.- Pensé que… yo… sería…-

No hacia falta que hablará, Yunho supo que pensaba Yoochun desde el momento que aquellos ojos castaños oscuros lo miraron sorprendidos y confundidos. Dejó escapar un quejido de dolor cuando el mismo Yoochun comenzó a penetrarlo con determinación, pero poco a poco se fue acostumbrando deseando más y más.

Pasaron horas hasta que saciaron su deseo por placer, por apreciar el cuerpo del otro y volverse uno. Yoochun descansaba aun asombrado por lo sucedido sobre el pecho de Yunho, aunque estaban transpirados, aunque estaban agotados, aunque fuera poco el tiempo que habían estado juntos, se sintió realizado. La sola presencia de Yunho, la caricia de su mano sobre su cabellera, la sonrisa despreocupada de éste, lo amaba por completo. ¿Qué hubiera pasado si aquel raro día no hubiera leído el periódico? ¿Y si hubiera vuelto a casa como debía? Unas cuantas palabras elegidas al azar por algún empleado y ahora su destino cambio. Lo que el horóscopo hace y deshace, nadie lo sabrá.

Fin

23 octubre 2009

My Diary♥

f23/10/2009
10:40AM
Escuchando: Flower Lady de DBSK (Cd: Mirotic)
Estado de animo: Complicada.

¡Hi! Hace mucho que no subó nada sobre los fanfics. U.U Lo lamento. Ando un poco (mucho) llena de cosas que tengo que hacer, por ejemplo la lista de cosas que tengo que hacer hoy es infinita pero me tomé cinco minutos para relajarme escribiendo.

Siento que estoy perdiendo la sensibilidad para relatar momentos románticos o dulces (sean en fanfic o no) asi que tengo miedo de terminar escribiendo muy friamente tanto que sea casi robotico.

Estoy deseosa de conseguir trabajo, aunque eso signifique no poder escribir tanto como deseo, no poder hacer cosas con el photoshop o hablar seguido con mis amigas por MSN. Pero necesito la plata(dinero) porque tengo metas muy altas y la mayoria necesita ser costeadas.


¿Alguien estará leyendo esto?

Hace mucho que nadie me gusta, dejé a mi novio en Mayo de este año y aun siento que tengo un vacio en el corazón, pero no por él, sino porque no siento esa sensación de enamorada enfermiza como antes. ¿Encontraré el principe azul?( En realidad el color es lo que menos me importa)

Ya serán las 11:00Am y debería a comenzar a hacer todas las cosas de la lista.

Espero que para el Lunes que viene poder actualizar To You y escribir un oneshot slash de YunhoYoochun.

Necesito Love en mi vida.

13 octubre 2009

Fanfic Opinion

Hi! Long time no see jajaja. Usurpando "Kiss the baby sky" (es decir la lapto de mi hermana que es celeste), pensé en escribir algo acerca de los fanfics. Desde Marzo de este año hasta ahora, lei miles de fanfics sobre TVXQ.

Quiero destacar que hubo pocos que aun recuerdo con lujo de detalle y que aun sigo queriendo. He encontrado muchas similitudes bizarras entre miles de fanfics. Es como si lo hubiera escrito la misma persona que sobre otra couple.

¿Por qué siempre tiene el Uke ser tan afeminado y el Seme tiene que ser tan macho?
  Lei muchos fanfics antes de Slam Dunk y Harry Potter, en ninguno de ellos vi a un personaje uke tan afeminado como lo veo en los fics de TVXQ. Jajaja Me muero de la risa cuando leo cosas como "Jaejoong y su delantal rosa", pero leer eso  mismo mas de diez veces en diferentes fanfic cansa un poco.

¿Siempre terminan al mismo tiempo?
Seamos realistas, MUY pocos casos de encuentros lemoneros las personas terminan al mismo tiempo. Y no comprendo porqué (ejemplo) Jaejoong y Yunho tienen que terminar al mismo tiempo. O.o ¿Es romantico?

¡¡Changmin!!
¿Que ocurre? ¿Por qué Changmin siempre es dejado de lado? Es un personaje increible para las historias: inteligente, pervertido, alto, muy atractivo  y de personalidad fuerte. Sin embargo, deciden por dejarlo de lado y que no tomé protagonismo. A veces me gusta más el personaje de Changmin que el de Yunho.

¿Couple favorita sino no hay comments?
Acepto que en este momento no puedo ver nada YunJae o YooSu, porque no me gusta. Leer tanto en poco tiempo me ha saturado, sin embargo, cuando leo por curiosidad un fanfic YooSu y lo encuentro muy interesante lo termino de leer. Hay fanfics que no son de mis couples favoritas que me encantan (Es más hay dos fanfics que me gustan: un YunJae y un YooSu)... My couple ♥ es el YunChun, pero no tengo problemas de experimentar y leer mas cosas. Me molesta que si una esta leyendo un MinSu, aparesca un comentario que diga "Junsu es de Yoochun"... ¡Junsu es de Junsu! jajaja.
(Editado:::Gracias a Maca, me hizo acordar de otro fanfic que ♥ mucho, un MinSu llamado "My Name is Trouble".)


¿Originalidad o Copia?
Me ha pasado que lei las mismas palabras una y otra vez en distintos fanfics de diferentes autoras. No creo que se copien entre si, pero parece a veces sucede. Por eso amo las historias originales menos esperadas por todos. Un LiveJournal de Jaejoong, una conversacion chat del YooSu, etc. Son ideas originales y hay muchas mas... Pero la gente se acostumbra a una base y es dificil atraerla con algo nuevo.

¿Tired of Lemon?
¿No les cansa leer tanto lemon? jajaja  A veces siento que me empacho (saturar) de tanto lemon junto. Por eso me agrada leer los slash o los fanfics comicos, me quitan esa saturacion y me hacen reir como tonta jaja (giggle).

¿Personajes Marcados?
Sé que desde la perspectiva de una fan, TVXQ tiene las imagenes establecidas. Este es el lider, este es el dandy, este sabe cocinar y canta hermoso, este tiene un trasero pronunciado y su voz es privilegiada, este es alto, joven y astuto... Pero los encasillan tanto que pasa lo mismo, sentis que lees el mismo fanfic que leiste ayer con diferente autora. Es bueno por eso ir variando, he leido fanfics muy buenos de chicas que recien empezaron a ser fans de TVXQ, porque proyectan lo que ellas ven en ellos y no lo que ya saben que son y que todas conocen.

¿Por que estoy escribiendo esto?
Porque son las casi 4 AM, YesAsia me mando un mail diciendome que no me pueden dar el código para poder seguir mi paquete... Nahh... Esa es la realidad, no la causa. Escribo esto porque me gusta dar mi opinion (cuando nadie me lo pidio) y es bueno siempre dejar plasmado los pensamientos.

Espero que nadie tome a mal mis palabras. Recuerden: De gustos no hay nada escrito. Respeten las opiniones de los demas y defiendan lo que quieran.

Florzhia

30 septiembre 2009

Love Ink

Love ink

Fanfic-art
Autora:Florzhia
Parejas: MinSu, YunChun, Jae/Taegoon.
Estado: Proceso

Blog de Changmin

19 septiembre 2009

T.o. Y.o.u.

Titulo: T.o. Y.o.u.
Autor: Florzhia
Pareja: YunChun MinSu JaeMin YooMin YunJae JaeSu HoSu HoMin
Género: PG17
Estado: Proceso


Sinopsis

Yunho cree que en su vida esta todo perfecto, que junto con sus dos mejores amigos, nada ya le puede sorprender. Asi lo creia hasta que conocio a dos jovenes que cambiaran por completo su vida. Tendrá que trabajar el lugar más codiciado de Seúl a la par de varios personajes insolitos. ¿Logrará manterse firme a sus pensamientos?
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14 septiembre 2009

S..E..X

Titulo: S..E..X
Autor: Florzhia
Pareja: Yun/Jae..Yoo/Su...Min/?
Género: PG17
Estado: Completado


Sinopsis

DBSK, reconocidos por todo el mundo como una de las más influyentes bandas. Como suele suceder, la gente creía conocer cada detalle de sus vidas, siendo imágenes públicas nada podía escapar al lente de la cámara de un paparazzi, o a una grabadora de mano en el lugar idóneo en el momento perfecto. Pero donde hay sentimientos, donde hay personas, habrá secretos que solo se pueden descifrar a través de la interpretación de las miradas.


S = Es por los Secretos.
E = Es por el Extasis.
X= Es la marca en donde caera tu corazón.
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El primer secreto: Uknow
El Segundo secreto: Changmin
Chanmin II
Changmin III
Changmin IV
Changmin V
Changmin VI
Changmin VII
Changmin VIII
El Tercer secreto: Jaejoong
Jaejoong II
Jaejoong III
Cuarto y Quinto Secreto: Junsu y Yoochun
Junsu y Yoochun II
Junsu y Yoochun III
Junsu y Yoochun IV
Junsu y Yoochun V
Junsu y Yoochun VI
Fin



13 septiembre 2009

T.o. Y.o.u. IV



Este cuarto seguramente era el más nerd del mundo; muñecos de Star Wars sobre el escritorio, posters de Indiana Jones en cada una de las paredes, mangas de Detective Conan acomodados en una biblioteca. Changmin era un real nerd.

Me tiré en su cama, estaba agotado. Cerré los ojos, escondiendo mi rostro entre sus sabanas de Star Wars. El perfume a lavanda que su cama desprendía me envolvió por completo. Oía sus pasos, estaba caminando de un lado al otro. ¿Desde cuando se preocupa tanto por mi salud?

-¿En donde deje esa pastilla?-su voz retumbaba por el pasillo, estaba cansando tanto como yo. Seguro eran las cuatro de la madrugada, y a las diez tendríamos que ir a trabajar. ¡Malditas viejas! ¿Quien va a un Sex Shop a las diez de la mañana? ¿Tanto necesitan “consolarse”?-¡Junsu! ¡Sal de mi cama!

-¡No me grites! Me duele la cabeza…-con la poca fuerza que tenía, me levanté de la cama. Un mareo, ganas de vomitar, y ver la cara de Changmin. Todo junto era demasiado.

-Toma, es para tu… estado- me dio la pastilla y un vaso con agua. Estaba molesto, lo notaba en su voz, en su forma de mirarme. Algo había en él. Metí la pastilla en mi boca, en seguida su sabor amargo me dio ganas de escupirla. Con coraje, tragué fuertemente, bebí toda el agua del vaso para luego apoyar este sobre el escritorio de Changmin.- Gracias.

-Ahora vete.

-¿Cómo? Yo no me voy.

-Te vas… ¿Dónde piensas dormir?

-En tu cama, tonto.

-¡¿En mi cama?! Ni que estuviera ebrio dejare que tu ser asqueroso duerma entre mis sabanas de Star Wars.-bufó molesto. Estaba acostumbrado a que él me tratará así, ya van casi cinco años de conocernos y nada ha cambiado… Bueno, algo ha cambiado pero no es importante.

-¡Ni creas que dormiré en ese sofá mugriento que tenes!-dando por terminada la discusión me tiré en su cama, ocupando cada centímetro con mis extremidades. Me di vuelta para verlo; su ceño estaba fruncido, su labios curvados hacia la derecha.

-Kim Junsu… Última advertencia: ¡Sal de mi cama y vete al sofá!- arrastro las palabras, esperando que eso me diera más miedo. No había nada más divertido que ver a Changmin molesto, lo hacia lucir sensual. Pestañee para luego mover todo mi cuerpo de esa forma desarreglaba sus preciosas sabanas.-Arg… Me canse…

Desplomó su cuerpo sobre mi, sus manos comenzaron a buscar algo, algo que esta prohibido, algo que jamás nadie en el mundo debería tocar…

Mi cintura…
-Basta… jajaja… Déjame… jajaja-me estaba muriendo de la risa, Changmin estaba haciéndome cosquillas por toda mi cintura. Sonreía como un sádico, es decir, sonría como siempre lo hacia.

-Sal de mi cama, culón…

-No jajaja me digas jajaja culón

Con tanta fuerza me estaba tomando por la cintura, que al moverme hacia la derecha, golpee su brazo, perdió el equilibrio. Se cayó sobre mí, su rostro estaba a centímetros del mío. ¿Era menta? De su boca salía un aroma tan refrescante que me estaba hipnotizando. Ninguno articulo palabra, ni siquiera pestañeábamos. Podía sentir los latidos agitados de su corazón, su respiración golpeaba constantemente en mi rostro.

¿Debería besarlo? Parece una de esas situaciones donde alguien se acerca unos centímetros más al rostro de la otra persona y luego: se besan. ¿Tengo que besarlo? ¿Quiero besarlo? ¿Cuánto segundos han pasado?

-Junsu… Hoy… cuando Yoochun… lamió tu…

-No me lo recuerdes…

-Eso no me gusto… Yoochun no tenía porque haberte hecho eso…

-¿A caso estas celoso?

-No me gustas

¡Auch! Eso dolió, ósea sé que Changmin tiene una clase de gustos totalmente raros y pervertidos, es decir: Yoochun (la persona más pervertida que conozco). Pero que me diga eso  y de esa forma, sentí que rompió algo en mi.

-¿Por qué deberías gustar de mi? Yo no gusto de vos…

-Déjame terminar… No me gustas, sin embargo… Tengo esta maldita sensación de… y ahora estas a mi merced… -susurró sensualmente, en sus ojos noté un brillo particular. Aquel brillo solamente lo veía en él cuando tenía entre sus manos un plato rico de kimchi hecho por Jaejoong.- Maldición, Junsu… ¿Por qué eres tan…?

-¿Sensación de hacer qué? ¿Soy tan qué? Changmin. Termina tus frases y levántate… Deberías dejar de comer, estas muy pesado-comenté. Sonrió. ¡Diablos, Changmin! Cuando sonríes así… tan seductoramente… Se me dificulta más el ser solamente tu amigo.

-¿Sabes lo que significa “amisex”?

-No

-Son amigos que tienen sexo entre ellos

-¿Novios?

-No, tonto. Son amigos, solamente que hacen lo que quieren entre ellos y luego siguen siendo amigos. No hay ataduras, no hay sentimientos, no hay complicaciones.

-¿Para qué me dices todo esto?- Traté de acomodar mi cuerpo un poco para poder estar al mismo nivel de su rostro. Tragó saliva nerviosamente, yo miré hacia otro lado del cuarto.- Ah… ¿Quieres ser “amisex” conmigo?

-¿Siempre te tardas tanto en comprender las cosas?

-¡Oye! Deja de burlarte así de mi. ¿Siempre eres tan agresivo?

-Solo contigo

-Me siento especial… Arg… Quitate
-¡No! Respondeme.-Exigió presionando aun más su cuerpo contra el mío, sentía el calor que emanaba. ¿Desde cuando las mariposas golpean tan fuerte en el estomago? Quería decir algo, no tenía ni idea de que responderle. ¿Si? ¿No? ¿Tal vez? ¿La raíz cuadrada de 3 es 1,73205081? ¿Qué la gallina cruzó la calle para llegar al otro lado? En todo caso… ¿Debería yo cruzar la delgada línea que limita nuestra amistad?
-No lo sé…
-No hay nada que tengas que pensar.-Admitió, lucía como un león apunto de morder a su presa. Acaricio mi cara con suavidad, una ráfaga de calor se expandió por todo mi cuerpo.-Solo debes sentir…
Con nerviosismo, acerqué mi rostro unos centímetros más. No podía cerrar los ojos, jamás creí que haría esto. ¡Es culpa del alcohol!... Aunque suena como la excusa más usada y barata del mundo…
Changmin no esperó ni un segundo más, acerco sus labios posándolo sobre los míos. Al principio fue un beso tímido, hasta casi torpe. La caricia que proporcionaba a mi cintura me volvía loco; deseaba más. Abrí un poco la boca para poder besarlo mejor, introducio un poco la lengua en su boca. ¡Que adictivo! Sus besos tenían gusto a menta, realmente refrescante. Con su otra mano comenzó a masajear mi cuello. Con un poco de temor, aferre mis manos en su espalda aprentadolo más hacia mi. Besaba delicioso.

Cerré lentamente los ojos, dejándome llevar por lo estaba ocurriendo. No quería ni pensar las consecuencias de este juego. Hacia mucho tiempo que había besado a alguien… Meses… Además… aquel beso… ¡NO! Ni hablar de eso.

-Junsu...ah... Perdóname- se separó un poco de mi, cortando bruscamente el beso. Lo miré sorprendido.-…Realmente lo lamento… pero… tengo muchas ganas…

Comenzó a besar mi mejilla, me quede inmóvil, siguió su recorrido hasta llegar a mi cuello. Con su áspera lengua lamió a lo largo de mi piel, me mordí el labio reteniendo cualquier expresión de deseo. No quería darle el lujo que me viera excitado por él. ¿Orgulloso? Puede ser que lo sea…

-¡Ah!-solté un grito cuando los dientes de Changmin se clavaron en mi hombro. -¿Qué eres? ¿Caníbal?

-Jaja… Quería saber que gusto tiene los delfines…

-¡Basta de llamarme por mis apodos!

-Arg…Cállate Junsu. Solo disfruta. ¿Quieres? –Continúo lamiendo y besando mi hombro. A pesar que todo lo que estaba ocurriendo era demasiado para un día: primero que mi abuela se compré el vibrador 3000, segundo que Yoochun arg… haya lamido mi pecho y tercero… ¡ESTAR BESANDO A CHANGMIN! ¡POR DIOS! ¡ES CHANGMIN!...

-Ah… basta… No puedo…-traté de negarme pero sus manos se apoyaron en mi pecho.

-¿Tan feo soy? ¡EH!...

-No es eso… Eres Changmin… Yo soy Junsu. Tú eres como Einstein y yo… soy… Barney. No se puede  mezclar, no existe el Einsney o el Barnstein. ¿Entiendes?

-Lo único que comprendo es que tienes miedo.

-¿Miedo? ¿Yo?

-Si… No puedes hacer esto  porque tienes miedo de enamorarte perdidamente de mí.

ARG… Te odio, Changmin. ¡Maldita astucia la tuya!
-Claro que no. Jamás me enamoraría de un nerd.

-No soy nerd.

-Eh… Si miras a tu derecha encontraras una espada de luz de Luke Skywalker  y si ves a la izquierda esta una maqueta de Optimus Prime abrazando a Bumblebee. Eres más que un nerd.

-No hay una categoría mayor que nerd

-Si que la hay

-No la hay

-Si la hay

-¿Cuál es?

- Nerdish.

-¿Nerdish?-cuestionó sonriéndose, era increíble lo blanco que eran sus dientes.

-Si. Eres un nerdish… Eres más nerd que Bill Gates, eres más nerd que los actores de Big bang Theory… Arg… Yo NUNCA me enamoraría de un nerdish.-sentencié finalmente. Voltee mi mirada hacia otro costado,  ambos estábamos agitados y estar en esa posición nos agotaba aun más.

-No puedo creer que te bese –se alejó por completo de mi, sentándose en la otra punta de la cama. Se levantó, alejándose, apago la luz de la habitación dejándome en oscuras.- Buenas noches…

¿Eso era todo? ¿Por lo que dije se enojo? ¿Tanto le moleta ser tan nerd? O sea no es mi culpa decir la verdad, aunque sea cruel. Es obvio que es nerd, este cuarto lo demuestra. Es más, creo que si un chico observa el cuarto por más de dos segundos seguro que sale corriendo por su vida. Igual nada podía hacer, Changmin se molesto por algo que no llegue a entender y ahora estoy a oscuras en esta habitación. Me acerqué hasta la espada de luz, corrí un botón y se prendió deslumbrándome con su luz… ¡¿Rosa?! ¿Desde cuando los Jedi usan espadas de lucecita rosada?

Usando la espada y esperando que la fuerza me acompañada decidí irme hacia el living. Me golpee severamente el pie con algún libro. Cuando lo ilumine, noté que era el… kamasutra gay. ¡DIOS!  ¿Todo en esta casa es nerd y porno? Seguí caminando hasta llegar al mugriento sofá (vease mueble gris rata, con miles de raspones a sus costados, manchas de comida y algún que otra marca de cigarrillo causada por Yoochun).

-¡¿Qué haces usando mi espada?! –volvió a gritar Changmin, levantándose del sofá para venir a atacarme.

-Deja de enojarte conmigo. ¿Por qué estas siempre tan molesto conmigo? ¿Qué te hago? ¿EH?- esta vez yo grité, moviendo la espada de un lado a otro, iluminando el living con un toque rosado.

-¡Estoy molesto porque dejaste que Yoochun te lamiera!

-¡Pero yo no quería que eso pasara! ¡Además Yoochun no es más tu novio para que le tengas celos!

-¡Si podías evitar que pasara! ¡Y ya sé que Yoochun no es mi novio, no estaba celoso de él!

-¡No, no podía evitar que pasará! ¡Jaejoong sabe un secreto mío y no quiero que nadie lo sepa!

-¿Por qué él lo sabe y yo no? ¿Cuál es el secreto? –Mantuve mi silencio durante unos segundos, suspiró molesto como antes.- Junsu… Arg… Vete a dormir y déjame en paz.

-No

-¿No? ¡Es mi departamento!

-No quiero que estés molesto conmigo… Es un secreto y punto. Además yo no quería contárselo, él solo lo descubrió… -Me senté en el sofá (mugriento…) apoye la espada de luz rosado (Changmin sos un nerd gay) y lo miré a los ojos. Con el brillo rosado, se podía notar lo confundido que estaba. Sin reparo, se sentó a mi lado.- Besas muy…

-Sh…

-¿Eh? Quiero decirte que besas muy…

-Junsu, no hace falta que me digas esas cosas. No es necesario.

-Si lo es. Quiero otro beso –dije honestamente, apretando mis labios hacia delante demostrándole que decía la verdad. Me examino conteniendo la risa. – Vamos, Changmin. Dame otro beso… Me gusto.

-Espera… ¿Te gusto el beso o te gusto yo? –preguntó alzando la ceja, pensé la respuesta un poco. Changmin es lindo, inteligente, nerd, trabajador, pero… es Changmin después de todo.

-No me gustas, dejemos eso en claro. Yo no te gusto. Vos no me gustas y punto final. Solamente me gusta como besas.

Tomó mi rostro entre sus manos, se acercó hacia mi despacio. Con tanta lentitud que me estaba matando de ansiedad, cerré los ojos instantáneamente cuando su respiración rozaba mis labios. Me acerqué un poco más, nuestros labios volvieron a unirse, lo besaba con deseo de probar de nuevo esa frescura. Me incline un poco para atrás, acostándome en el sofá sin dejar de besarlo.

Oí el ruido de un celular, creí que fue parte de mi imaginación. Continué besándolo tratando de no pensar que él era Changmin, sino que en ese momento la persona  a la cual estaba besando era… alguien más. Su mano pasó por debajo de mi remera, estaba tan fría que me causo escalofríos. Con sus besos me daba calor, con su tacto me estaba dando frió. Gemí al sentir su otra mano apretar mi trasero.

-Ah… -gemía silenciosamente, sin poder negar que estaba gozando por la forma como me estaba tocando. Comenzó a besar mi cuello, dejando pequeñas marcas húmedas y calidas. – Ah… Changmin…

Me quitó la remera tirandola al suelo, junto con la espada de luz rosada. Aun así podía distinguir su rostro entre la oscuridad, su respiración agitada, el brillo de lujuria de sus ojos. La mano que acariciaba mi cintura se apodero de mi pantalón, desabrochando los primeros botones.

-Quiero que estés seguro que queres esto –susurró a mi oído, luego de quitarse su camisa, su piel acalorada apaciguo la mía cuando se acerco.

-Claro… que lo estoy… -mi voz sonaba ronca, sonrió como usualmente lo hace, produciéndome nuevos escalofríos. Retiró por completo mi pantalón. Sin previo aviso, introducio su mano dentro de mi boxer celeste.

-Es bastante grande… ah… -comentó besando mi pecho, su otra mano continuaba aprentando mi trasero.

-¿Eh?...

-Nada, Junsu. Solo disfruta… No te creas que luego de esto yo te tratare mejor, culón. Esto es solo por placer… -Separó mi piel de la ropa interior para sacar al descubierto mi miembro ya erecto. El dolor comenzó a molestarme, necesitaba que me tocara, que hiciera lo que quisiera con él. Con su pulgar masajeo la punta, un poco de líquido se escurrió. Su mano masajeaba hacia arriba y hacia abajo, primero lentamente para luego hacerlo rápido y con fuerza.

-Ah… Ah… Dios… No te… detengas… -suplique inconscientemente, cerrando los ojos, aprentando mis manos en ese sofá gris rata. Era una adicción, sentir la mano de Changmin acariciándome de esa forma, era una completa adicción. Sus besos continuaron descendiendo, introdujo su lengua en mi ombligo. Me reí ante las cosquillas, al mismo tiempo que experimentaba el mayor de mis placeres. ¿Cómo es posible que sepa donde tocarme para hacerme gemir de esta forma? Mis mejillas estaban tan calientes por la agitación, la vergüenza y el goce.

Se detuvo, lamió mi miembro sorprendiéndome por completo. Fue una lamida rápida, su lengua era áspera como la de un gato. Me miró a los ojos, volvió a sonreír como si supiera que él estaba al mando de todo, que él tenía un perfecto dominio sobre mí…

Dejé que hiciera de mi lo que él quería, dejé que lamiera tan agresivamente mi miembro, dejé que me sacara mi ropa interior. En su posición inicial, se retiró su pantalón y su ropa interior. Tomó una botella que estaba tirada en el piso.

-Espera… ¿Vas a… en mi?-pregunté, nervioso.

-Junsu… Dejemos esto en claro. Vos sos dulce, amable, tonto, ingenuo y culón. Yo soy astuto, fuerte y soy más alto. Obviamente que seré el seme. –respondió como si estuviera explicando que 2 más 2 son 4. Abrió la botella, depositando un poco de líquido en su miembro. Gruño quejándose, por lo que podía ver, su miembro estaba erecto y parecía que necesitaba atención urgente. Con su mano pasó un poco de ese líquido por mi entrada.

-¡Ah! ¡Que frío!-me quejé como un nene pequeño. Introdujo dos dedos en mi entrada.- ¡AH!...

-Deja de quejarte… Ah… Que estrecho estas- susurró en mi oído, con su otra mano se estaba masturbando. Verlo así de excitado, siendo o no la causa de tal efecto, no me importo. Hacia muecas, cerraba los ojos, respiraba agitadamente, pequeñas gotas de sudor estaban derramándose por su cuerpo.- ¿Listo?

-Ah…Ah… Si... – Se detuvo un segundo para examinarme, sonrió  de una forma diferente; casi con amabilidad. Introdujo salvajemente su miembro en mi entrada, abrazo mi cintura atrayéndome más hacia él. Gemimos tan sonoramente que retumbo por las paredes de la sala. De apoco empezó a moverse más adentro y luego hacia fuera, aferré mis manos a su espalda sudada.

No podía creerlo…

¡¿Changmin?!

¿Acaso estoy alucinando?

Se siente tan bien…

Arqueé mi espalda, mis piernas se separaron aun más permitiendo que Changmin se adentrara mucho más en mi. Nos besamos como desesperados, casi sin aire. El sabor de sus labios cambio por completo, ya no sentía la menta, ahora tenía un gusto… endulzante. Las embestidas eran fuertes, parecía que dejaría moretones en los costados de mi entrepierna. Gemía como desquiciado en mi oreja, mordía mi hombro, apretaba con una fuerza desgarrada mi trasero.  Era un animal teniendo sexo. Lo peor de todo, que eso me excitaba más. Nunca antes había tenido  sexo de forma. Mi miembro estaba atrapado entre nuestros cuerpos, me estaba doliendo el doble estar tan excitado y no poder apaciguar mis ganas.

Tomé mi miembro, empecé a masturbarme enfrente de él, mientras seguía embistiéndome. Todos mis sentidos se estaban nublando, esta no era la primera vez era el uke, aun así, era la primera vez que veía a Changmin de tal forma. Parecía adulto, parecía todo menos humano, tan perfecto. Me miraba entrecerrando los ojos, jadeando, se mordió el labio inferior, gruñendo sonoramente. Podía sentirlo, estaba llegando al clímax, viéndolo así no podía evitar aguantar ni un minuto más.

Terminé corriéndome en mi mano, a los pocos segundos Changmin terminó adentro mío. Se desplomo sobre mi, estábamos cansados, habíamos sudado mucho y estaba avergonzado. No me arrepiento de lo que hice. Es mi cuerpo, puedo hacer lo que se me canté con él… Sin embargo, me di cuenta que me encanto. Me encantó el haberlo hecho con Changmin… Y eso me da miedo.

-Voy… a bañarme… -dijo alejándose de mi, tomando su ropa del suelo. No me atrevía a moverme de ese sofá. Agarre la ropa del suelo, trate de cubrirme con ella. Escuche el ruido de la ducha en funcionamiento. Vi la espada rosada en el suelo, esperando que Changmin terminara de bañarse. Tardo unos diez minutos. Cuando me levante, sentí todo ese liquido templado escurrirse entre mis piernas. Me daba un poco de asco, así que en seguida me metí en la ducha.

El agua golpeaba calidamente mi espalda, y pude notar en mi pecho las marcas moradas que tenía. También las había en mis hombros, como había imaginado, tenía moretones en los costados de mi entrepierna. Ese chico es un salvaje… muy sensual. Dejé que el agua corriera hasta sentirme totalmente limpio. Me cubrí con las toallas y salí del baño. Changmin me estaba esperando en su pieza con ropa limpia. Me cambie enfrente de él, parecía no importarle.

Changmin ya estaba vestido solamente con un pantalón verde, y se acostó en su cama, tapándose con las dichosas sabanas de Star Wars.

-¿Quieres dormir… acá?-señalo el espacio vacio que había a su lado. Yo negué con la cabeza. Tenía mucho que pensar, no quería estar al lado de él, sentía que no podría contenerme de hacerlo otra vez más.

-No te preocupes, voy al sofá.

-Junsu

-¿Si?

-Lo que paso… Esto es un secreto. Nadie tiene que saberlo.

-Esta bien. Nubadi nous –dije en mi perfecto inglés, Changmin se rió. Seguro que no entiendo mucho de inglés.

-Es “nobody knows”, tonto. Buenas noches.- Se corrió hacia un costado dándome la espalda.

Me desplomé en su mugriento sofá, aun estaba calido. No tuve tiempo de pensar porque en seguida me quede dormido.



Me desperté  a las nueve de la mañana. Me vestí tan rápido, recogí un par de cosas. Sali a la calle, camine un largo rato hasta llegar al departamento de Changmin. Toque timbre varias veces pero nadie me atendía. Lo llamé con mi celular, tardo unos cuantos segundos en responderme.

-¿Yunho?... Es muy temprano… ¿Qué quieres?-contestó desganado.

-¿Changmin? ¡Son las diez de la mañana! ¿Acaso no tenias que trabajar hoy?-le pregunté al mirar mi reloj. Escuche unos ruidos, luego un grito agudo de fondo. Varias pisadas.- ¿Changmin?

-¡Me quede dormido!...

-Estoy en la puerta de tu departamento. Déjame entrar.

-¿Estas… afuera?-preguntó asustado.

-Si, déjame entrar.

-¡NO! ¡NO! Tonto… Eso no, deja eso.

-¿Qué esta pasando?

Se cortó la comunicación, aun así podía oírle los fuertes gritos de Changmin por detrás de la puerta. Pasaron cinco minutos y más gritos hasta que Changmin abrió la puerta.

-¡Yunho!... Pasa-dijo invitándome a entrar. Camina hacia adentro, todo parecía en su lugar, solo que Junsu estaba sentado en el sofá acariciándose la nuca. –No te quejes, Junsu. Te dije que no tocaras a Optimus Prime.

-Cállate, salvaje.-le reprochó Junsu. –Buenos días, Yunho.

-Hola, Junsu.- me senté en a su lado, Changmin me trajo un vaso con agua. Esto parecía muy raro, Junsu estaba vestido con la ropa de Changmin y tenía una bufanda alrededor de su cuello. ¿Acaso no fue a su departamento a dormir? Me había mentido Changmin cuando ayer me envió el mensaje. – Chicos, estoy en aprietos.

-¿Embarazaste a una chica? –gritó Changmin desde su habitación. Mi corazón se paro en seco, recordándome que nadie sabe que en realidad no soy heterosexual.

-Claro que no.

-¿Mataste a una prostituta? –preguntó Junsu con su adorable rostro.

-¡EH! ¿Qué clase de mente es la que tienen ustedes? –Cruce las piernas, gruñendo molesto.- Se venció la beca del instituto… Estoy retrazado por tres meses en el alquiler de mi departamento. Necesito conseguir otro trabajo más.

-¿En donde piensas conseguir un trabajo tan rápido? –Changmin apareció trayendo sus sabanas especiales de Star Wars, las dejó en una canasta llena de ropa.

-Eso me hace acordar. ¿Hoy no tenían que ir a trabajar? –Junsu se sonrojo un poco, mirando hacia el suelo. Changmin negó con la cabeza.

-Justamente, teníamos trabajo. Pero llame a MinHo y mintió por nosotros. Realmente me agrada ese chico-comentó el más alto sentándose en el respaldo del sofá.

-Esperen… Ya se quien nos puede ayudar.-nos sorprendió Junsu corriendo hasta la habitación de Changmin, trajo su celular y comenzó a marcar las teclas con mucha emoción. -¿Hola?

Se puso a hablar con alguien, Changmin estaba tan confundido como yo, solo que él no lo aparentaba. Estaba muy agradecido de tener unos amigos que me comprenden y están a mi lado siempre. Al mismo tiempo, me da mucha culpa tener que mentirles, con algo que sé que ellos aceptaran y se alegraran. Aun así, no estoy listo para decirles la verdad. No aún.

-Listo. Yunho. ¿Sabes limpiar mesas, no?-preguntó Junsu, realmente estaba contento. Algo había cambiado en él desde el día de ayer.

-Si…

-Genial. Esta arreglado. –Tomó un papel de la mesa y escribió con un lápiz unos garabatos para luego entregármelo.- Te conseguí trabajo de mesero en “To You”, es el restorante más lujoso de Seúl.

-¿Cómo lograste eso? ¡Espera! ¿Y mi otro trabajo?... ¿A que hora tengo que trabajar? ¿Cuánto me pagan? ¿Tendré obra social? No sé nada de comida lujosa.-comencé a decir sin parar lo que mi mente estaba pensando, estaba muy tensionado.

-Wow… Calmate un poco. Vayamos por partes, logré conseguir el trabajo porque tanto Changmin como yo conocemos a gente influyente en el restorante. Además con lo que te pagarán en este lugar podrás cubrirte todos los gastos y podrás dejar tu otro trabajo.-Su sonrisa se ampliaba aun más mostrando todos sus dientes blancos.- Tendrás todos los beneficios y tendrás que trabajar a la noche.

-Gracias… No sé si puedo aceptarlo.-pensé en voz alta.-Es que…

-¿Todo fue muy fácil y rápido?-acertó Changmin, se levantó de nuevo arreglándose el pelo con su mano.- Yunho, cuando las cosas buenas te pasan no dudes porque  hayan venido tan fácil. Me doy cuenta que todo es complicado contigo.

-Si, sería más fácil si fueras gay-Junsu se rió de nuevo, Changmin lo calló mirándolo por unos segundos.- En serio. Ve al restorante a las ocho de la noche, en la entrada estará HeeChul, él te ayudará con todo lo necesites.

-No puedo creerlo aun. Muchas gracias, Junsu.

-Yo tampoco puedo creerlo. Por una vez, fui testigo  de que Junsu piensa.-Junsu le tiró un almohadón al rostro de Changmin, fallando.- Bueno. ¿Vemos una película?

-¿No les  molesta si me quedo?- Changmin negó con la cabeza, Junsu en seguida se fue a buscar algún dvd dentro de las miles de cajas apiladas dentro de la cómoda del televisor.

Las horas pasaron, vimos la última película de Indiana Jones. Changmin se comió todos los pochochos que yo había hecho, Junsu no dejaba de molestarse con él y cada vez se tapaba más el cuello con esa bufanda azul. Podía ver que en el ambiente algo había cambiado. Changmin estaba tarareando una canción llamada Wild Soul y Junsu se sonrojaba por cualquier cosa.

¡TUVIERON SEXO!

Lo sabía. Cuando Changmin canta esa canción… Cuando Junsu se sonroja por todo. Es más que obvio lo que paso ayer. Lo raro es que, se trata de Changmin y Junsu. Son tan diferentes, no me imagino como es que llegaron a terminar en esa posición, o en esas posiciones.

-Ya son las siete y media, deberías ir yendo –comentó Junsu sonrojándose de nuevo al sentir la mirada de Changmin desde la cocina.- Recuerda preguntar  por HeeChul.

-Esta bien. Junsu- me miró sonriendo. Changmin seguía atacando a su heladera.- Linda bufanda.

Se sonrojo aun más (si eso era posible). Saludé a Changmin y me fui del departamento. Leí la dirección en el papel que antes Junsu me había escrito, no quedaba muy lejos. Serían apenas unas cinco cuadras. Mientras más caminaba, más nervioso estaba. Urgentemente necesito ese dinero, si era verdad lo que Junsu había dicho, podía renunciar a mi otro trabajo.

Ahí estaba. La entrada del restaurante era ya de por si muy lujosa. Había dos grandes floreros a los costados con muchas rosas rojas en ellos. El cartel luminoso decía “ To you”, cuyas luces amarillas iluminaban toda la cuadra. Me observe un poco, no estaba vestido tan  formalmente como debía. Abrí la puerta para espiar un poco. Mesas cubiertas con tela de seda, sillas cómodas de madera caoba, todas las personas estaban vestidas tan exquisitamente que me daba vergüenza estar ahí. En un atril, había un hombre de mirada lujuriosa, tímidamente me acerque a él.

-Disculpe. Busco a HeeChul –susurré, el hombre me examino en seguida y luego pego un grito agudo que me asusto.

-Yo soy HeeChul. Un gusto. ¿Tú debes ser Yunho, no? –hablaba rápidamente, su voz aguda era muy molesta para mis odios. Movía las manos como si estas no pesaran nada.

-Si, soy Yunho…-comencé a decir pero de vuelta volvió a interrumpirme mostrándose muy alegre y jovial, contrastando con el ambiente serio del lugar.

-Eres muy hermoso. Seguro que las damas jóvenes te darán mucha propina. Me alegra tanto que ese delfincito me haya contactado. Mi Siwon se tuvo que ir a China a arreglar unos asuntos y ha dejado un puesto vacante como mozo. No quería que nadie lo ocupara, pero por lo visto el restaurante anda mejor que nunca, así que si o si necesitábamos un mozo más.- Me tomó del brazo, me llevó por todo el restaurante mostrándome  cada rincón de él.- Así que cuando Junsu me llamó, me contó sobre tu problema… No pude evitarlo y le dije que te contrataría así de fácil.

-Eres muy bueno

-¿Verdad que si? Bueno, antes que nada déjame presentarte a Hangen, es el jefe de los mozos, él te enseñara todo lo que tengas que aprender. – Estábamos parados en el medio de un gran salón, pocas mesas se encontraban alrededor. Un gran piano estaba ubicado en lo alto de un escenario, no podía distinguir quien estaba tocando tan dulce melodía. Por unos segundos, no escuche nada de lo que HeeChul me estaba diciendo. Solamente me perdí en las notas armoniosas del piano.

-Veo que te ha cautivado a ti también-comentó HeeChul pasando una mano por mi hombro.- Creo que debido a él, tenemos tanta clientela. Es un excelente pianista además de un buen cantante.

-Toca muy lindo.

-Y es soltero.

-¿No tiene novia?

-¿Novia? ¿Es que Junsu no te lo dijo? –preguntó sorprendido.

-¿Decirme que?

-Aquí solamente trabajan gays.

-¡¿EH?!-grité tan fuerte que todo el mundo dejó de cenar solamente para observarme. Hasta el pianista dejó de tocar, levantándose de su asiento. Al sentir que la música paro, dirigí mi mirada hacia la persona que venía caminando, con la expresión de molestia reflejada en su rostro.

-¿Se puede saber por que hay tanto ruido?-se quejó el hombre con HeeChul, al verlo no dejé de pensar que de algún lado lo conocía.

-Perdona, Park. Es que… Tenemos un nuevo mozo y no sabía la regla número uno.-explicó HeeChul.- Vamos, Yoochun. Sigue tocando “Evergreen” para mi, ¿si?-

¿Yoochun? ¿Park Yoochun? ¿El ex novio de Changmin?

Yoochun se percató de mi presencia, abrió los ojos lo más que pudo, su boca se encurbo hacia un costado. Mi corazón latía muy fuerte. Él estaba vestido con un traje negro, llevaba una corbata violeta oscura, tenía su pelo arreglado y brilloso. Estaba muy hermoso. Otra vez sentir vergüenza por verme tan desastroso, con mi pelo despeinado y usando zapatillas rotas.

-¿Se conocen?-preguntó HeeChul al ver nuestras reacciones. Yoochun suspiró un poco, sus mejillas se sonrojaron.

-Podría decirse-me aventure a comentar.

-¡Que bueno! Así que ya tienes a alguien con quien charlar, Yunho. Iré a ver como van las tortas que esta haciendo Jaejoong. –dijo antes de desaparecer, dejándome solo con Yoochun. ¿Dijo Jaejoong? Así que él también esta aquí. Por alguna razón, me molesto saber él también se encontraba trabajando con Yoochun.

-Eh… -Yoochun intentaba decirme algo, lo notaba nervioso. Mordió su labio grueso, pensando un poco. – Seremos compañeros de trabajo…

-Así parece.

-Espero que te diviertas aquí. Ya veras que no es rutinario este lugar. Todos los días hay algo nuevo por descubrir. –No sé si lo que dijo tuvo un doble sentido, pero me agrado saber que no había una mala onda entre nosotros dos.- Ahí viene Hangen, él te ayudará con todo lo que necesites. Iré a seguir tocando.

Se sentó de nuevo en el taburete, sus manos se aposesionaron el piano. La melodiosa música invadió el restaurante, trayendo calma y relajación. Hangen resultó ser un viejo amigo mío de fútbol, hablamos durante horas por años que perdidos de nuestra amistad. Hacia unos años que estaba trabajando en ese lugar, se sorprendió mucho al verme dado que jamás creyó que yo sería gay. Tuve que volver a mentir. Sentí que esta mentira se volvía cada vez más grande, llegaría a un punto que no podría sostenerla más.

Me mostró como debería servir, donde estaba la cocina para hacer las ordenes, me dio el uniforme. Era muy delicado; una camisa blanca, junto con un moño violeta, el chaleco gris con rayas negras y un pantalón negro petróleo. Me explico algunos datos que jamás debería olvidar y por ultimo, comprendí porque solamente podrían trabajar gays en el restaurante.

-Esto paso hace unos años atrás –comenzó a decir, se notaba su acento chino, lo hacia lucir más adorable de lo que es. – Una vez, una dama muy importante  comenzó a coquetear con uno de los mozos hasta tal punto que ambos tenían amoríos. Resultó que la dama era la esposa del dueño del restaurante, este mozo no lo sabía. El dueño se divorcio, despidió al mozo y molesto puso esta cláusula donde ningún empleado podría ser heterosexual.

-Pero yo…

-El dueño no lo sabe. No te preocupes que nosotros te mantendremos el secreto, mientras tanto, vos no coquetees con ninguna mujer. –Sonrió amablemente.- Mañana ven a las seis de la tarde, así me ayudas a arreglar algunas cosas. Un gusto volver a verte, Yunho.

-Hasta mañana, Hangen.

Salí de la cocina, caminé por aquel pasillo hasta llegar al salón. Ya no estaba tocando en el piano, en realidad, él ya no estaba. Hay algo en Yoochun que me hace pensar mucho, que me hace imaginarme cosas pervertidas. ¿Será su mirada? ¿Su nuez de Adán tan pronunciada?

Mañana será otro día. Mi primer día como mozo, mi primer día junto a él.

 
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