30 septiembre 2009

Love Ink

Love ink

Fanfic-art
Autora:Florzhia
Parejas: MinSu, YunChun, Jae/Taegoon.
Estado: Proceso

Blog de Changmin

19 septiembre 2009

T.o. Y.o.u.

Titulo: T.o. Y.o.u.
Autor: Florzhia
Pareja: YunChun MinSu JaeMin YooMin YunJae JaeSu HoSu HoMin
Género: PG17
Estado: Proceso


Sinopsis

Yunho cree que en su vida esta todo perfecto, que junto con sus dos mejores amigos, nada ya le puede sorprender. Asi lo creia hasta que conocio a dos jovenes que cambiaran por completo su vida. Tendrá que trabajar el lugar más codiciado de Seúl a la par de varios personajes insolitos. ¿Logrará manterse firme a sus pensamientos?
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14 septiembre 2009

S..E..X

Titulo: S..E..X
Autor: Florzhia
Pareja: Yun/Jae..Yoo/Su...Min/?
Género: PG17
Estado: Completado


Sinopsis

DBSK, reconocidos por todo el mundo como una de las más influyentes bandas. Como suele suceder, la gente creía conocer cada detalle de sus vidas, siendo imágenes públicas nada podía escapar al lente de la cámara de un paparazzi, o a una grabadora de mano en el lugar idóneo en el momento perfecto. Pero donde hay sentimientos, donde hay personas, habrá secretos que solo se pueden descifrar a través de la interpretación de las miradas.


S = Es por los Secretos.
E = Es por el Extasis.
X= Es la marca en donde caera tu corazón.
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El primer secreto: Uknow
El Segundo secreto: Changmin
Chanmin II
Changmin III
Changmin IV
Changmin V
Changmin VI
Changmin VII
Changmin VIII
El Tercer secreto: Jaejoong
Jaejoong II
Jaejoong III
Cuarto y Quinto Secreto: Junsu y Yoochun
Junsu y Yoochun II
Junsu y Yoochun III
Junsu y Yoochun IV
Junsu y Yoochun V
Junsu y Yoochun VI
Fin



13 septiembre 2009

T.o. Y.o.u. IV



Este cuarto seguramente era el más nerd del mundo; muñecos de Star Wars sobre el escritorio, posters de Indiana Jones en cada una de las paredes, mangas de Detective Conan acomodados en una biblioteca. Changmin era un real nerd.

Me tiré en su cama, estaba agotado. Cerré los ojos, escondiendo mi rostro entre sus sabanas de Star Wars. El perfume a lavanda que su cama desprendía me envolvió por completo. Oía sus pasos, estaba caminando de un lado al otro. ¿Desde cuando se preocupa tanto por mi salud?

-¿En donde deje esa pastilla?-su voz retumbaba por el pasillo, estaba cansando tanto como yo. Seguro eran las cuatro de la madrugada, y a las diez tendríamos que ir a trabajar. ¡Malditas viejas! ¿Quien va a un Sex Shop a las diez de la mañana? ¿Tanto necesitan “consolarse”?-¡Junsu! ¡Sal de mi cama!

-¡No me grites! Me duele la cabeza…-con la poca fuerza que tenía, me levanté de la cama. Un mareo, ganas de vomitar, y ver la cara de Changmin. Todo junto era demasiado.

-Toma, es para tu… estado- me dio la pastilla y un vaso con agua. Estaba molesto, lo notaba en su voz, en su forma de mirarme. Algo había en él. Metí la pastilla en mi boca, en seguida su sabor amargo me dio ganas de escupirla. Con coraje, tragué fuertemente, bebí toda el agua del vaso para luego apoyar este sobre el escritorio de Changmin.- Gracias.

-Ahora vete.

-¿Cómo? Yo no me voy.

-Te vas… ¿Dónde piensas dormir?

-En tu cama, tonto.

-¡¿En mi cama?! Ni que estuviera ebrio dejare que tu ser asqueroso duerma entre mis sabanas de Star Wars.-bufó molesto. Estaba acostumbrado a que él me tratará así, ya van casi cinco años de conocernos y nada ha cambiado… Bueno, algo ha cambiado pero no es importante.

-¡Ni creas que dormiré en ese sofá mugriento que tenes!-dando por terminada la discusión me tiré en su cama, ocupando cada centímetro con mis extremidades. Me di vuelta para verlo; su ceño estaba fruncido, su labios curvados hacia la derecha.

-Kim Junsu… Última advertencia: ¡Sal de mi cama y vete al sofá!- arrastro las palabras, esperando que eso me diera más miedo. No había nada más divertido que ver a Changmin molesto, lo hacia lucir sensual. Pestañee para luego mover todo mi cuerpo de esa forma desarreglaba sus preciosas sabanas.-Arg… Me canse…

Desplomó su cuerpo sobre mi, sus manos comenzaron a buscar algo, algo que esta prohibido, algo que jamás nadie en el mundo debería tocar…

Mi cintura…
-Basta… jajaja… Déjame… jajaja-me estaba muriendo de la risa, Changmin estaba haciéndome cosquillas por toda mi cintura. Sonreía como un sádico, es decir, sonría como siempre lo hacia.

-Sal de mi cama, culón…

-No jajaja me digas jajaja culón

Con tanta fuerza me estaba tomando por la cintura, que al moverme hacia la derecha, golpee su brazo, perdió el equilibrio. Se cayó sobre mí, su rostro estaba a centímetros del mío. ¿Era menta? De su boca salía un aroma tan refrescante que me estaba hipnotizando. Ninguno articulo palabra, ni siquiera pestañeábamos. Podía sentir los latidos agitados de su corazón, su respiración golpeaba constantemente en mi rostro.

¿Debería besarlo? Parece una de esas situaciones donde alguien se acerca unos centímetros más al rostro de la otra persona y luego: se besan. ¿Tengo que besarlo? ¿Quiero besarlo? ¿Cuánto segundos han pasado?

-Junsu… Hoy… cuando Yoochun… lamió tu…

-No me lo recuerdes…

-Eso no me gusto… Yoochun no tenía porque haberte hecho eso…

-¿A caso estas celoso?

-No me gustas

¡Auch! Eso dolió, ósea sé que Changmin tiene una clase de gustos totalmente raros y pervertidos, es decir: Yoochun (la persona más pervertida que conozco). Pero que me diga eso  y de esa forma, sentí que rompió algo en mi.

-¿Por qué deberías gustar de mi? Yo no gusto de vos…

-Déjame terminar… No me gustas, sin embargo… Tengo esta maldita sensación de… y ahora estas a mi merced… -susurró sensualmente, en sus ojos noté un brillo particular. Aquel brillo solamente lo veía en él cuando tenía entre sus manos un plato rico de kimchi hecho por Jaejoong.- Maldición, Junsu… ¿Por qué eres tan…?

-¿Sensación de hacer qué? ¿Soy tan qué? Changmin. Termina tus frases y levántate… Deberías dejar de comer, estas muy pesado-comenté. Sonrió. ¡Diablos, Changmin! Cuando sonríes así… tan seductoramente… Se me dificulta más el ser solamente tu amigo.

-¿Sabes lo que significa “amisex”?

-No

-Son amigos que tienen sexo entre ellos

-¿Novios?

-No, tonto. Son amigos, solamente que hacen lo que quieren entre ellos y luego siguen siendo amigos. No hay ataduras, no hay sentimientos, no hay complicaciones.

-¿Para qué me dices todo esto?- Traté de acomodar mi cuerpo un poco para poder estar al mismo nivel de su rostro. Tragó saliva nerviosamente, yo miré hacia otro lado del cuarto.- Ah… ¿Quieres ser “amisex” conmigo?

-¿Siempre te tardas tanto en comprender las cosas?

-¡Oye! Deja de burlarte así de mi. ¿Siempre eres tan agresivo?

-Solo contigo

-Me siento especial… Arg… Quitate
-¡No! Respondeme.-Exigió presionando aun más su cuerpo contra el mío, sentía el calor que emanaba. ¿Desde cuando las mariposas golpean tan fuerte en el estomago? Quería decir algo, no tenía ni idea de que responderle. ¿Si? ¿No? ¿Tal vez? ¿La raíz cuadrada de 3 es 1,73205081? ¿Qué la gallina cruzó la calle para llegar al otro lado? En todo caso… ¿Debería yo cruzar la delgada línea que limita nuestra amistad?
-No lo sé…
-No hay nada que tengas que pensar.-Admitió, lucía como un león apunto de morder a su presa. Acaricio mi cara con suavidad, una ráfaga de calor se expandió por todo mi cuerpo.-Solo debes sentir…
Con nerviosismo, acerqué mi rostro unos centímetros más. No podía cerrar los ojos, jamás creí que haría esto. ¡Es culpa del alcohol!... Aunque suena como la excusa más usada y barata del mundo…
Changmin no esperó ni un segundo más, acerco sus labios posándolo sobre los míos. Al principio fue un beso tímido, hasta casi torpe. La caricia que proporcionaba a mi cintura me volvía loco; deseaba más. Abrí un poco la boca para poder besarlo mejor, introducio un poco la lengua en su boca. ¡Que adictivo! Sus besos tenían gusto a menta, realmente refrescante. Con su otra mano comenzó a masajear mi cuello. Con un poco de temor, aferre mis manos en su espalda aprentadolo más hacia mi. Besaba delicioso.

Cerré lentamente los ojos, dejándome llevar por lo estaba ocurriendo. No quería ni pensar las consecuencias de este juego. Hacia mucho tiempo que había besado a alguien… Meses… Además… aquel beso… ¡NO! Ni hablar de eso.

-Junsu...ah... Perdóname- se separó un poco de mi, cortando bruscamente el beso. Lo miré sorprendido.-…Realmente lo lamento… pero… tengo muchas ganas…

Comenzó a besar mi mejilla, me quede inmóvil, siguió su recorrido hasta llegar a mi cuello. Con su áspera lengua lamió a lo largo de mi piel, me mordí el labio reteniendo cualquier expresión de deseo. No quería darle el lujo que me viera excitado por él. ¿Orgulloso? Puede ser que lo sea…

-¡Ah!-solté un grito cuando los dientes de Changmin se clavaron en mi hombro. -¿Qué eres? ¿Caníbal?

-Jaja… Quería saber que gusto tiene los delfines…

-¡Basta de llamarme por mis apodos!

-Arg…Cállate Junsu. Solo disfruta. ¿Quieres? –Continúo lamiendo y besando mi hombro. A pesar que todo lo que estaba ocurriendo era demasiado para un día: primero que mi abuela se compré el vibrador 3000, segundo que Yoochun arg… haya lamido mi pecho y tercero… ¡ESTAR BESANDO A CHANGMIN! ¡POR DIOS! ¡ES CHANGMIN!...

-Ah… basta… No puedo…-traté de negarme pero sus manos se apoyaron en mi pecho.

-¿Tan feo soy? ¡EH!...

-No es eso… Eres Changmin… Yo soy Junsu. Tú eres como Einstein y yo… soy… Barney. No se puede  mezclar, no existe el Einsney o el Barnstein. ¿Entiendes?

-Lo único que comprendo es que tienes miedo.

-¿Miedo? ¿Yo?

-Si… No puedes hacer esto  porque tienes miedo de enamorarte perdidamente de mí.

ARG… Te odio, Changmin. ¡Maldita astucia la tuya!
-Claro que no. Jamás me enamoraría de un nerd.

-No soy nerd.

-Eh… Si miras a tu derecha encontraras una espada de luz de Luke Skywalker  y si ves a la izquierda esta una maqueta de Optimus Prime abrazando a Bumblebee. Eres más que un nerd.

-No hay una categoría mayor que nerd

-Si que la hay

-No la hay

-Si la hay

-¿Cuál es?

- Nerdish.

-¿Nerdish?-cuestionó sonriéndose, era increíble lo blanco que eran sus dientes.

-Si. Eres un nerdish… Eres más nerd que Bill Gates, eres más nerd que los actores de Big bang Theory… Arg… Yo NUNCA me enamoraría de un nerdish.-sentencié finalmente. Voltee mi mirada hacia otro costado,  ambos estábamos agitados y estar en esa posición nos agotaba aun más.

-No puedo creer que te bese –se alejó por completo de mi, sentándose en la otra punta de la cama. Se levantó, alejándose, apago la luz de la habitación dejándome en oscuras.- Buenas noches…

¿Eso era todo? ¿Por lo que dije se enojo? ¿Tanto le moleta ser tan nerd? O sea no es mi culpa decir la verdad, aunque sea cruel. Es obvio que es nerd, este cuarto lo demuestra. Es más, creo que si un chico observa el cuarto por más de dos segundos seguro que sale corriendo por su vida. Igual nada podía hacer, Changmin se molesto por algo que no llegue a entender y ahora estoy a oscuras en esta habitación. Me acerqué hasta la espada de luz, corrí un botón y se prendió deslumbrándome con su luz… ¡¿Rosa?! ¿Desde cuando los Jedi usan espadas de lucecita rosada?

Usando la espada y esperando que la fuerza me acompañada decidí irme hacia el living. Me golpee severamente el pie con algún libro. Cuando lo ilumine, noté que era el… kamasutra gay. ¡DIOS!  ¿Todo en esta casa es nerd y porno? Seguí caminando hasta llegar al mugriento sofá (vease mueble gris rata, con miles de raspones a sus costados, manchas de comida y algún que otra marca de cigarrillo causada por Yoochun).

-¡¿Qué haces usando mi espada?! –volvió a gritar Changmin, levantándose del sofá para venir a atacarme.

-Deja de enojarte conmigo. ¿Por qué estas siempre tan molesto conmigo? ¿Qué te hago? ¿EH?- esta vez yo grité, moviendo la espada de un lado a otro, iluminando el living con un toque rosado.

-¡Estoy molesto porque dejaste que Yoochun te lamiera!

-¡Pero yo no quería que eso pasara! ¡Además Yoochun no es más tu novio para que le tengas celos!

-¡Si podías evitar que pasara! ¡Y ya sé que Yoochun no es mi novio, no estaba celoso de él!

-¡No, no podía evitar que pasará! ¡Jaejoong sabe un secreto mío y no quiero que nadie lo sepa!

-¿Por qué él lo sabe y yo no? ¿Cuál es el secreto? –Mantuve mi silencio durante unos segundos, suspiró molesto como antes.- Junsu… Arg… Vete a dormir y déjame en paz.

-No

-¿No? ¡Es mi departamento!

-No quiero que estés molesto conmigo… Es un secreto y punto. Además yo no quería contárselo, él solo lo descubrió… -Me senté en el sofá (mugriento…) apoye la espada de luz rosado (Changmin sos un nerd gay) y lo miré a los ojos. Con el brillo rosado, se podía notar lo confundido que estaba. Sin reparo, se sentó a mi lado.- Besas muy…

-Sh…

-¿Eh? Quiero decirte que besas muy…

-Junsu, no hace falta que me digas esas cosas. No es necesario.

-Si lo es. Quiero otro beso –dije honestamente, apretando mis labios hacia delante demostrándole que decía la verdad. Me examino conteniendo la risa. – Vamos, Changmin. Dame otro beso… Me gusto.

-Espera… ¿Te gusto el beso o te gusto yo? –preguntó alzando la ceja, pensé la respuesta un poco. Changmin es lindo, inteligente, nerd, trabajador, pero… es Changmin después de todo.

-No me gustas, dejemos eso en claro. Yo no te gusto. Vos no me gustas y punto final. Solamente me gusta como besas.

Tomó mi rostro entre sus manos, se acercó hacia mi despacio. Con tanta lentitud que me estaba matando de ansiedad, cerré los ojos instantáneamente cuando su respiración rozaba mis labios. Me acerqué un poco más, nuestros labios volvieron a unirse, lo besaba con deseo de probar de nuevo esa frescura. Me incline un poco para atrás, acostándome en el sofá sin dejar de besarlo.

Oí el ruido de un celular, creí que fue parte de mi imaginación. Continué besándolo tratando de no pensar que él era Changmin, sino que en ese momento la persona  a la cual estaba besando era… alguien más. Su mano pasó por debajo de mi remera, estaba tan fría que me causo escalofríos. Con sus besos me daba calor, con su tacto me estaba dando frió. Gemí al sentir su otra mano apretar mi trasero.

-Ah… -gemía silenciosamente, sin poder negar que estaba gozando por la forma como me estaba tocando. Comenzó a besar mi cuello, dejando pequeñas marcas húmedas y calidas. – Ah… Changmin…

Me quitó la remera tirandola al suelo, junto con la espada de luz rosada. Aun así podía distinguir su rostro entre la oscuridad, su respiración agitada, el brillo de lujuria de sus ojos. La mano que acariciaba mi cintura se apodero de mi pantalón, desabrochando los primeros botones.

-Quiero que estés seguro que queres esto –susurró a mi oído, luego de quitarse su camisa, su piel acalorada apaciguo la mía cuando se acerco.

-Claro… que lo estoy… -mi voz sonaba ronca, sonrió como usualmente lo hace, produciéndome nuevos escalofríos. Retiró por completo mi pantalón. Sin previo aviso, introducio su mano dentro de mi boxer celeste.

-Es bastante grande… ah… -comentó besando mi pecho, su otra mano continuaba aprentando mi trasero.

-¿Eh?...

-Nada, Junsu. Solo disfruta… No te creas que luego de esto yo te tratare mejor, culón. Esto es solo por placer… -Separó mi piel de la ropa interior para sacar al descubierto mi miembro ya erecto. El dolor comenzó a molestarme, necesitaba que me tocara, que hiciera lo que quisiera con él. Con su pulgar masajeo la punta, un poco de líquido se escurrió. Su mano masajeaba hacia arriba y hacia abajo, primero lentamente para luego hacerlo rápido y con fuerza.

-Ah… Ah… Dios… No te… detengas… -suplique inconscientemente, cerrando los ojos, aprentando mis manos en ese sofá gris rata. Era una adicción, sentir la mano de Changmin acariciándome de esa forma, era una completa adicción. Sus besos continuaron descendiendo, introdujo su lengua en mi ombligo. Me reí ante las cosquillas, al mismo tiempo que experimentaba el mayor de mis placeres. ¿Cómo es posible que sepa donde tocarme para hacerme gemir de esta forma? Mis mejillas estaban tan calientes por la agitación, la vergüenza y el goce.

Se detuvo, lamió mi miembro sorprendiéndome por completo. Fue una lamida rápida, su lengua era áspera como la de un gato. Me miró a los ojos, volvió a sonreír como si supiera que él estaba al mando de todo, que él tenía un perfecto dominio sobre mí…

Dejé que hiciera de mi lo que él quería, dejé que lamiera tan agresivamente mi miembro, dejé que me sacara mi ropa interior. En su posición inicial, se retiró su pantalón y su ropa interior. Tomó una botella que estaba tirada en el piso.

-Espera… ¿Vas a… en mi?-pregunté, nervioso.

-Junsu… Dejemos esto en claro. Vos sos dulce, amable, tonto, ingenuo y culón. Yo soy astuto, fuerte y soy más alto. Obviamente que seré el seme. –respondió como si estuviera explicando que 2 más 2 son 4. Abrió la botella, depositando un poco de líquido en su miembro. Gruño quejándose, por lo que podía ver, su miembro estaba erecto y parecía que necesitaba atención urgente. Con su mano pasó un poco de ese líquido por mi entrada.

-¡Ah! ¡Que frío!-me quejé como un nene pequeño. Introdujo dos dedos en mi entrada.- ¡AH!...

-Deja de quejarte… Ah… Que estrecho estas- susurró en mi oído, con su otra mano se estaba masturbando. Verlo así de excitado, siendo o no la causa de tal efecto, no me importo. Hacia muecas, cerraba los ojos, respiraba agitadamente, pequeñas gotas de sudor estaban derramándose por su cuerpo.- ¿Listo?

-Ah…Ah… Si... – Se detuvo un segundo para examinarme, sonrió  de una forma diferente; casi con amabilidad. Introdujo salvajemente su miembro en mi entrada, abrazo mi cintura atrayéndome más hacia él. Gemimos tan sonoramente que retumbo por las paredes de la sala. De apoco empezó a moverse más adentro y luego hacia fuera, aferré mis manos a su espalda sudada.

No podía creerlo…

¡¿Changmin?!

¿Acaso estoy alucinando?

Se siente tan bien…

Arqueé mi espalda, mis piernas se separaron aun más permitiendo que Changmin se adentrara mucho más en mi. Nos besamos como desesperados, casi sin aire. El sabor de sus labios cambio por completo, ya no sentía la menta, ahora tenía un gusto… endulzante. Las embestidas eran fuertes, parecía que dejaría moretones en los costados de mi entrepierna. Gemía como desquiciado en mi oreja, mordía mi hombro, apretaba con una fuerza desgarrada mi trasero.  Era un animal teniendo sexo. Lo peor de todo, que eso me excitaba más. Nunca antes había tenido  sexo de forma. Mi miembro estaba atrapado entre nuestros cuerpos, me estaba doliendo el doble estar tan excitado y no poder apaciguar mis ganas.

Tomé mi miembro, empecé a masturbarme enfrente de él, mientras seguía embistiéndome. Todos mis sentidos se estaban nublando, esta no era la primera vez era el uke, aun así, era la primera vez que veía a Changmin de tal forma. Parecía adulto, parecía todo menos humano, tan perfecto. Me miraba entrecerrando los ojos, jadeando, se mordió el labio inferior, gruñendo sonoramente. Podía sentirlo, estaba llegando al clímax, viéndolo así no podía evitar aguantar ni un minuto más.

Terminé corriéndome en mi mano, a los pocos segundos Changmin terminó adentro mío. Se desplomo sobre mi, estábamos cansados, habíamos sudado mucho y estaba avergonzado. No me arrepiento de lo que hice. Es mi cuerpo, puedo hacer lo que se me canté con él… Sin embargo, me di cuenta que me encanto. Me encantó el haberlo hecho con Changmin… Y eso me da miedo.

-Voy… a bañarme… -dijo alejándose de mi, tomando su ropa del suelo. No me atrevía a moverme de ese sofá. Agarre la ropa del suelo, trate de cubrirme con ella. Escuche el ruido de la ducha en funcionamiento. Vi la espada rosada en el suelo, esperando que Changmin terminara de bañarse. Tardo unos diez minutos. Cuando me levante, sentí todo ese liquido templado escurrirse entre mis piernas. Me daba un poco de asco, así que en seguida me metí en la ducha.

El agua golpeaba calidamente mi espalda, y pude notar en mi pecho las marcas moradas que tenía. También las había en mis hombros, como había imaginado, tenía moretones en los costados de mi entrepierna. Ese chico es un salvaje… muy sensual. Dejé que el agua corriera hasta sentirme totalmente limpio. Me cubrí con las toallas y salí del baño. Changmin me estaba esperando en su pieza con ropa limpia. Me cambie enfrente de él, parecía no importarle.

Changmin ya estaba vestido solamente con un pantalón verde, y se acostó en su cama, tapándose con las dichosas sabanas de Star Wars.

-¿Quieres dormir… acá?-señalo el espacio vacio que había a su lado. Yo negué con la cabeza. Tenía mucho que pensar, no quería estar al lado de él, sentía que no podría contenerme de hacerlo otra vez más.

-No te preocupes, voy al sofá.

-Junsu

-¿Si?

-Lo que paso… Esto es un secreto. Nadie tiene que saberlo.

-Esta bien. Nubadi nous –dije en mi perfecto inglés, Changmin se rió. Seguro que no entiendo mucho de inglés.

-Es “nobody knows”, tonto. Buenas noches.- Se corrió hacia un costado dándome la espalda.

Me desplomé en su mugriento sofá, aun estaba calido. No tuve tiempo de pensar porque en seguida me quede dormido.



Me desperté  a las nueve de la mañana. Me vestí tan rápido, recogí un par de cosas. Sali a la calle, camine un largo rato hasta llegar al departamento de Changmin. Toque timbre varias veces pero nadie me atendía. Lo llamé con mi celular, tardo unos cuantos segundos en responderme.

-¿Yunho?... Es muy temprano… ¿Qué quieres?-contestó desganado.

-¿Changmin? ¡Son las diez de la mañana! ¿Acaso no tenias que trabajar hoy?-le pregunté al mirar mi reloj. Escuche unos ruidos, luego un grito agudo de fondo. Varias pisadas.- ¿Changmin?

-¡Me quede dormido!...

-Estoy en la puerta de tu departamento. Déjame entrar.

-¿Estas… afuera?-preguntó asustado.

-Si, déjame entrar.

-¡NO! ¡NO! Tonto… Eso no, deja eso.

-¿Qué esta pasando?

Se cortó la comunicación, aun así podía oírle los fuertes gritos de Changmin por detrás de la puerta. Pasaron cinco minutos y más gritos hasta que Changmin abrió la puerta.

-¡Yunho!... Pasa-dijo invitándome a entrar. Camina hacia adentro, todo parecía en su lugar, solo que Junsu estaba sentado en el sofá acariciándose la nuca. –No te quejes, Junsu. Te dije que no tocaras a Optimus Prime.

-Cállate, salvaje.-le reprochó Junsu. –Buenos días, Yunho.

-Hola, Junsu.- me senté en a su lado, Changmin me trajo un vaso con agua. Esto parecía muy raro, Junsu estaba vestido con la ropa de Changmin y tenía una bufanda alrededor de su cuello. ¿Acaso no fue a su departamento a dormir? Me había mentido Changmin cuando ayer me envió el mensaje. – Chicos, estoy en aprietos.

-¿Embarazaste a una chica? –gritó Changmin desde su habitación. Mi corazón se paro en seco, recordándome que nadie sabe que en realidad no soy heterosexual.

-Claro que no.

-¿Mataste a una prostituta? –preguntó Junsu con su adorable rostro.

-¡EH! ¿Qué clase de mente es la que tienen ustedes? –Cruce las piernas, gruñendo molesto.- Se venció la beca del instituto… Estoy retrazado por tres meses en el alquiler de mi departamento. Necesito conseguir otro trabajo más.

-¿En donde piensas conseguir un trabajo tan rápido? –Changmin apareció trayendo sus sabanas especiales de Star Wars, las dejó en una canasta llena de ropa.

-Eso me hace acordar. ¿Hoy no tenían que ir a trabajar? –Junsu se sonrojo un poco, mirando hacia el suelo. Changmin negó con la cabeza.

-Justamente, teníamos trabajo. Pero llame a MinHo y mintió por nosotros. Realmente me agrada ese chico-comentó el más alto sentándose en el respaldo del sofá.

-Esperen… Ya se quien nos puede ayudar.-nos sorprendió Junsu corriendo hasta la habitación de Changmin, trajo su celular y comenzó a marcar las teclas con mucha emoción. -¿Hola?

Se puso a hablar con alguien, Changmin estaba tan confundido como yo, solo que él no lo aparentaba. Estaba muy agradecido de tener unos amigos que me comprenden y están a mi lado siempre. Al mismo tiempo, me da mucha culpa tener que mentirles, con algo que sé que ellos aceptaran y se alegraran. Aun así, no estoy listo para decirles la verdad. No aún.

-Listo. Yunho. ¿Sabes limpiar mesas, no?-preguntó Junsu, realmente estaba contento. Algo había cambiado en él desde el día de ayer.

-Si…

-Genial. Esta arreglado. –Tomó un papel de la mesa y escribió con un lápiz unos garabatos para luego entregármelo.- Te conseguí trabajo de mesero en “To You”, es el restorante más lujoso de Seúl.

-¿Cómo lograste eso? ¡Espera! ¿Y mi otro trabajo?... ¿A que hora tengo que trabajar? ¿Cuánto me pagan? ¿Tendré obra social? No sé nada de comida lujosa.-comencé a decir sin parar lo que mi mente estaba pensando, estaba muy tensionado.

-Wow… Calmate un poco. Vayamos por partes, logré conseguir el trabajo porque tanto Changmin como yo conocemos a gente influyente en el restorante. Además con lo que te pagarán en este lugar podrás cubrirte todos los gastos y podrás dejar tu otro trabajo.-Su sonrisa se ampliaba aun más mostrando todos sus dientes blancos.- Tendrás todos los beneficios y tendrás que trabajar a la noche.

-Gracias… No sé si puedo aceptarlo.-pensé en voz alta.-Es que…

-¿Todo fue muy fácil y rápido?-acertó Changmin, se levantó de nuevo arreglándose el pelo con su mano.- Yunho, cuando las cosas buenas te pasan no dudes porque  hayan venido tan fácil. Me doy cuenta que todo es complicado contigo.

-Si, sería más fácil si fueras gay-Junsu se rió de nuevo, Changmin lo calló mirándolo por unos segundos.- En serio. Ve al restorante a las ocho de la noche, en la entrada estará HeeChul, él te ayudará con todo lo necesites.

-No puedo creerlo aun. Muchas gracias, Junsu.

-Yo tampoco puedo creerlo. Por una vez, fui testigo  de que Junsu piensa.-Junsu le tiró un almohadón al rostro de Changmin, fallando.- Bueno. ¿Vemos una película?

-¿No les  molesta si me quedo?- Changmin negó con la cabeza, Junsu en seguida se fue a buscar algún dvd dentro de las miles de cajas apiladas dentro de la cómoda del televisor.

Las horas pasaron, vimos la última película de Indiana Jones. Changmin se comió todos los pochochos que yo había hecho, Junsu no dejaba de molestarse con él y cada vez se tapaba más el cuello con esa bufanda azul. Podía ver que en el ambiente algo había cambiado. Changmin estaba tarareando una canción llamada Wild Soul y Junsu se sonrojaba por cualquier cosa.

¡TUVIERON SEXO!

Lo sabía. Cuando Changmin canta esa canción… Cuando Junsu se sonroja por todo. Es más que obvio lo que paso ayer. Lo raro es que, se trata de Changmin y Junsu. Son tan diferentes, no me imagino como es que llegaron a terminar en esa posición, o en esas posiciones.

-Ya son las siete y media, deberías ir yendo –comentó Junsu sonrojándose de nuevo al sentir la mirada de Changmin desde la cocina.- Recuerda preguntar  por HeeChul.

-Esta bien. Junsu- me miró sonriendo. Changmin seguía atacando a su heladera.- Linda bufanda.

Se sonrojo aun más (si eso era posible). Saludé a Changmin y me fui del departamento. Leí la dirección en el papel que antes Junsu me había escrito, no quedaba muy lejos. Serían apenas unas cinco cuadras. Mientras más caminaba, más nervioso estaba. Urgentemente necesito ese dinero, si era verdad lo que Junsu había dicho, podía renunciar a mi otro trabajo.

Ahí estaba. La entrada del restaurante era ya de por si muy lujosa. Había dos grandes floreros a los costados con muchas rosas rojas en ellos. El cartel luminoso decía “ To you”, cuyas luces amarillas iluminaban toda la cuadra. Me observe un poco, no estaba vestido tan  formalmente como debía. Abrí la puerta para espiar un poco. Mesas cubiertas con tela de seda, sillas cómodas de madera caoba, todas las personas estaban vestidas tan exquisitamente que me daba vergüenza estar ahí. En un atril, había un hombre de mirada lujuriosa, tímidamente me acerque a él.

-Disculpe. Busco a HeeChul –susurré, el hombre me examino en seguida y luego pego un grito agudo que me asusto.

-Yo soy HeeChul. Un gusto. ¿Tú debes ser Yunho, no? –hablaba rápidamente, su voz aguda era muy molesta para mis odios. Movía las manos como si estas no pesaran nada.

-Si, soy Yunho…-comencé a decir pero de vuelta volvió a interrumpirme mostrándose muy alegre y jovial, contrastando con el ambiente serio del lugar.

-Eres muy hermoso. Seguro que las damas jóvenes te darán mucha propina. Me alegra tanto que ese delfincito me haya contactado. Mi Siwon se tuvo que ir a China a arreglar unos asuntos y ha dejado un puesto vacante como mozo. No quería que nadie lo ocupara, pero por lo visto el restaurante anda mejor que nunca, así que si o si necesitábamos un mozo más.- Me tomó del brazo, me llevó por todo el restaurante mostrándome  cada rincón de él.- Así que cuando Junsu me llamó, me contó sobre tu problema… No pude evitarlo y le dije que te contrataría así de fácil.

-Eres muy bueno

-¿Verdad que si? Bueno, antes que nada déjame presentarte a Hangen, es el jefe de los mozos, él te enseñara todo lo que tengas que aprender. – Estábamos parados en el medio de un gran salón, pocas mesas se encontraban alrededor. Un gran piano estaba ubicado en lo alto de un escenario, no podía distinguir quien estaba tocando tan dulce melodía. Por unos segundos, no escuche nada de lo que HeeChul me estaba diciendo. Solamente me perdí en las notas armoniosas del piano.

-Veo que te ha cautivado a ti también-comentó HeeChul pasando una mano por mi hombro.- Creo que debido a él, tenemos tanta clientela. Es un excelente pianista además de un buen cantante.

-Toca muy lindo.

-Y es soltero.

-¿No tiene novia?

-¿Novia? ¿Es que Junsu no te lo dijo? –preguntó sorprendido.

-¿Decirme que?

-Aquí solamente trabajan gays.

-¡¿EH?!-grité tan fuerte que todo el mundo dejó de cenar solamente para observarme. Hasta el pianista dejó de tocar, levantándose de su asiento. Al sentir que la música paro, dirigí mi mirada hacia la persona que venía caminando, con la expresión de molestia reflejada en su rostro.

-¿Se puede saber por que hay tanto ruido?-se quejó el hombre con HeeChul, al verlo no dejé de pensar que de algún lado lo conocía.

-Perdona, Park. Es que… Tenemos un nuevo mozo y no sabía la regla número uno.-explicó HeeChul.- Vamos, Yoochun. Sigue tocando “Evergreen” para mi, ¿si?-

¿Yoochun? ¿Park Yoochun? ¿El ex novio de Changmin?

Yoochun se percató de mi presencia, abrió los ojos lo más que pudo, su boca se encurbo hacia un costado. Mi corazón latía muy fuerte. Él estaba vestido con un traje negro, llevaba una corbata violeta oscura, tenía su pelo arreglado y brilloso. Estaba muy hermoso. Otra vez sentir vergüenza por verme tan desastroso, con mi pelo despeinado y usando zapatillas rotas.

-¿Se conocen?-preguntó HeeChul al ver nuestras reacciones. Yoochun suspiró un poco, sus mejillas se sonrojaron.

-Podría decirse-me aventure a comentar.

-¡Que bueno! Así que ya tienes a alguien con quien charlar, Yunho. Iré a ver como van las tortas que esta haciendo Jaejoong. –dijo antes de desaparecer, dejándome solo con Yoochun. ¿Dijo Jaejoong? Así que él también esta aquí. Por alguna razón, me molesto saber él también se encontraba trabajando con Yoochun.

-Eh… -Yoochun intentaba decirme algo, lo notaba nervioso. Mordió su labio grueso, pensando un poco. – Seremos compañeros de trabajo…

-Así parece.

-Espero que te diviertas aquí. Ya veras que no es rutinario este lugar. Todos los días hay algo nuevo por descubrir. –No sé si lo que dijo tuvo un doble sentido, pero me agrado saber que no había una mala onda entre nosotros dos.- Ahí viene Hangen, él te ayudará con todo lo que necesites. Iré a seguir tocando.

Se sentó de nuevo en el taburete, sus manos se aposesionaron el piano. La melodiosa música invadió el restaurante, trayendo calma y relajación. Hangen resultó ser un viejo amigo mío de fútbol, hablamos durante horas por años que perdidos de nuestra amistad. Hacia unos años que estaba trabajando en ese lugar, se sorprendió mucho al verme dado que jamás creyó que yo sería gay. Tuve que volver a mentir. Sentí que esta mentira se volvía cada vez más grande, llegaría a un punto que no podría sostenerla más.

Me mostró como debería servir, donde estaba la cocina para hacer las ordenes, me dio el uniforme. Era muy delicado; una camisa blanca, junto con un moño violeta, el chaleco gris con rayas negras y un pantalón negro petróleo. Me explico algunos datos que jamás debería olvidar y por ultimo, comprendí porque solamente podrían trabajar gays en el restaurante.

-Esto paso hace unos años atrás –comenzó a decir, se notaba su acento chino, lo hacia lucir más adorable de lo que es. – Una vez, una dama muy importante  comenzó a coquetear con uno de los mozos hasta tal punto que ambos tenían amoríos. Resultó que la dama era la esposa del dueño del restaurante, este mozo no lo sabía. El dueño se divorcio, despidió al mozo y molesto puso esta cláusula donde ningún empleado podría ser heterosexual.

-Pero yo…

-El dueño no lo sabe. No te preocupes que nosotros te mantendremos el secreto, mientras tanto, vos no coquetees con ninguna mujer. –Sonrió amablemente.- Mañana ven a las seis de la tarde, así me ayudas a arreglar algunas cosas. Un gusto volver a verte, Yunho.

-Hasta mañana, Hangen.

Salí de la cocina, caminé por aquel pasillo hasta llegar al salón. Ya no estaba tocando en el piano, en realidad, él ya no estaba. Hay algo en Yoochun que me hace pensar mucho, que me hace imaginarme cosas pervertidas. ¿Será su mirada? ¿Su nuez de Adán tan pronunciada?

Mañana será otro día. Mi primer día como mozo, mi primer día junto a él.

T.o. Y.o.u. III

 
¿Yunho no es gay?

-¿Tienes miedo, Yonho? ¿Nos tienes miedo? Si eres tan hetero, atrévete. Besar a un hombre no te hará nada…-comentó desde el rincón.- O eres cobarde…

¿Quien se creía que era ese personaje para tratarme de esa forma? Si no me levanté y lo golpee, es porque es amigo de Junsu y el ex novio de Changmin. Trague mis insultos tomando más cerveza. Las imágenes de Junsu acostado en el suelo, la lengua de ese tonto pasando por la piel de mi amigo: quise borrar todo rastro de esa situación.

-Déjalo tranquilo, Chunnie…-Era la voz de Changmin, al verlo noté su rostro estaba tenso. –Él no tiene nada que ver…

-No seas aburrido, Min. Yo quiero que juegue.- Jaejoong continuaba empujándome, a pesar aparentar tener un cuerpo delicado, presionaba sus manos con mucha fuerza sobre mi espalda.

-¡Boo! Estas muy borracho… -comentó Junsu, aun sin luz, se podía distinguir que sus mejillas estaban sonrojadas.

Yoochun continuaba apoyado contra la pared, observándome. Seguro que me estaba criticando en sus pensamientos. ¿Qué es lo que hago aquí? Debería estar en mi departamento, mi humilde departamento, viendo una serie y comiendo lo que sobro del almuerzo.

Unos brazos rodearon mi cuello, la mejilla de Jaejoong acaricio la mía. Era demasiada tersa para ser la piel de un hombre, demasiada suave. Respiraba cerca de mi oído, el aroma a frutilla me embriago de nuevo. Tomé entre mis manos aquellos brazos, pero la presión fue aumentando.

-¡Yunho!... Juega con nosotros, vamos… -susurró tentadoramente. ¡Diablos! Déjenme solo. Quería escapar, esto ya era demasiado. Changmin se levantó, y se acercó hacia mí.

La luz volvió, todo se iluminó en la sala. Jaejoong me soltó, caminando hacia Yoochun, tropezó cayendo en el suelo. Estaba muy borracho. Junsu celebró en pequeños suspiros el regreso de la luz.

-¡Genial! Ahora podremos ver la película…-anticipó Junsu, me levante rápidamente. Todos me observaban.

-¿Dónde queda el baño?- Yoochun me señalo una puerta blanca, me dirigí hasta ella. Me adentre en el baño, cerrando la puerta detrás de mí. Suspiré hondo. ¿Tanto calor hacia? Unas gotas de sudor recorrieron mi frente, me observe en el reflejo del espejo. Estaba pálido. Pude escuchar unos pequeños ruidos provenientes del living, luego la risa estrepitosa de Junsu. Habían puesto una película. Sentí una punzada de dolor cerca de mi estomago, un poco más abajo.

Ahí lo noté, adentro de mis pantalones, pude ver mi erección erguida. ¿Cómo? ¿Cuándo? La respuesta fue: cuando Yoochun lamió el torso desnudo de Junsu. Aun podía oír en mi mente los gemidos de Junsu, aun podía ver la lengua de Yoochun acariciando cada centímetro de la piel de mi amigo.

Nadie lo sabe. No quiero que lo sepan, aun me da miedo. No puedo afrontar lo que me sucederé como lo hacen ellos. Soy Jung Yunho, un chico de pueblo que debe luchar todos los días por mantenerse en pie. Siendo mis amigos, deberían de saberlo… ¿Me dirán “ya lo sabíamos, Yunho”? ¿Se reirán de mí? Maldición… Todo empezó con un beso. ¿Cómo es que pudo terminar así? ¿Cómo es que hace ya más de dos meses que… soy gay?

El dolor me seguía molestando, no lograba moverme. ¿Se darán cuenta si…? De alguna forma tengo que apaciguar este malestar. Cerré los ojos, lentamente fui metiendo mi mano derecha adentro de mi ropa interior. Tomé mi miembro con cuidado, demasiado firme, comencé a acariciarlo. Fui alternando la velocidad con la cual mi mano satisfacía mi deseo.

Otra vez, apareció en mi mente. Ese desconocido, pocos segundos bastaron para que se adentrada en mi mente. Su lengua, su mirada perversa, su voz grave. ¡No quiero ser gay! ¡Quiero seguir siendo el Jung Yunho que vino hace dos años a la capital!

Mis gemidos no eran tan sonoros, estaba mordiendo una toalla con fuerza evitando emitir ruido alguno. El calor me estaba embriagando, no podía dejar de pensar en él. ¡Como deseaba que esa lengua recorriera mi cuerpo!

Terminé, avergonzando, asqueado conmigo mismo, manchando parte de mi ropa interior. Me lavé las manos, mojé mi rostro varias veces seguidas con el agua fría. Me observé por segunda vez en el espejo. “Soy lo que soy, no puedo escapar de eso” pensé.

Cuando regresé al living, me encontré con una sorpresa. Changmin tenía en brazos a Junsu, quien estaba dormido. Jaejoong se encontraba acostado en el sofá, Yoochun le hablaba a Changmin en susurros.

-Avísame cuando lleguen a casa…-pidió el mayor, me acerque, enseguida noto mi presencia.- Yunho. ¿Puedo hablar contigo?

-Nos vemos luego, Yoochun. Mandale saludos a Jaeboo, cuando se despierte.- Sin decir más, Changmin se fue con Junsu. Estaba solo, eso me aterró. Los ojos castaños de Yoochun se fijaron en mí.

-Dime- comenté secamente.

-Perdona por lo que te dije… Terminó de mal humor cada vez que tomó.-Su voz ronca era sincera. Paso su mano por su cuello, seguí con la mirada aquel movimiento. “¿En que me he convertido?” Quería morder aquel cuello. ¿Por qué esta persona me parece tan tentadora?

-Esta bien. No importa. Yo también me voy.

-¿Es verdad?

-¿Qué?

-¿No eres gay?

-No, no lo soy.-mentí, en realidad dije la verdad a medias. No soy gay, nunca estuve con un hombre. Pero… Solo la presencia de un hombre, logra estragos en mí: física y mentalmente.

-Buenas noches…-me despedí, salí de ese departamento. Caminé por horas bajo la pequeña llovizna que atacaba a la ciudad. Recibí un mensaje de Changmin.

“Junsu ya esta en su cama. Sano y salvo. Mañana hablamos”.

Contesté con un simple: “OK”. ¿Qué diría mis padres si tan solo lo supieran? Puede que mi madre se alegre de que al fin sabe la causa por la cual rechazo a toda mujer con la que me quiere aparentar. Mi padre, simplemente me odiaría.

Abrí la puerta de mi departamento. Eran las cuatro de la madrugada. Dejé las llaves tiradas sobre el sofá. Noté un papel en el suelo.

Señor Jung:
Lamentamos informarle que su beca ha sido cancelada debido al lapso que ha pasado. Esperemos que pueda continuar sus estudios en la Academia. Ante cualquier consulta, no dude en acudir a la secretaria de la misma.

Un año, ha pasado un año. ¡Que tonto! Yo sabía que la beca terminaba al pasar el año de estudio. ¿Cómo haré para pagar mis estudios? Con el trabajo que tengo a penas puedo pagar este departamento.


10 septiembre 2009

Nobody Knows

Nobody Knows
Suspiraste, estabas rendida, acostada en mi cama. Tus ojos castaños claros observaban cada movimiento que realizaba. Acaricie tu suave piel. ¿Cómo logras cautivarme sin hacer nada? Comencé a besar cada centímetro de t cuello, deseando marcarlo como propio. El tacto de tus manos sobre mi espalda no se hizo esperar. Me atrapabas, me tenías bajo tus ordenes, era presa voluntaria de tus encantos.
Gemiste al sentir como mi mano acariciaba tu espalda, como mis besos se encaminaban a lo largo de tu cuello. Tu perfume me embriagaba, estaba perdiendo la razón. Nadie lo sabrá. Nadie sabrá que ocurre en esta habitación a la madrugada. Nadie sabrá como te entregas, como gimes cuando lo hacemos. Nadie lo sabrá.
-Más… Mas… -Deseabas en susurros. ¿Quién soy yo para negarte algo? Tus besos se habían vuelto la droga que tanto esperaba saborear. Siempre espero verte, desvestirte, paso el día entero esperando tenerte bajo mis brazos. Cierras tus ojos, nuestros movimientos se complementan. No deseo que esto se termine, tus suspiros, tu forma de mirarme, me vuelven loco. Tu cuerpo se encorva al sentirme más adentro tuyo.
Gemiste, tu voz aguda retumbo en las paredes de esta habitación. Logré mi cometido, habías llegado a tu éxtasis. Nadie lo sabrá. Estas exhausta, respirando agitadamente. Acaricio las gotas de sudor que en tu pecho aparecen, sin embargo, me sonríes. Aun estando despeinada, aun estado sin maquillaje, eres perfecta. Tu sonrisa hace que todo valga la pena.
Eres mía. Nadie jamás lo sabra.

09 septiembre 2009

T.o. Y.o.u. II

 
Yunho no es GAY.

-¿Estas seguro que puedo ir?-preguntó Yunho, por décima vez a su compañero de clases. Junsu dejó de estirar su pierna derecha, para observar a su interlocutor detenidamente.

-Sí, sí y sí. Cuando termina la clase, vamos a buscar a Changmin y luego directo para la casa de Jaejoong.-Un escalofrió recorrió el cuerpo del más bajo, fueron algunos recuerdos que deseaba reprimir.- Espere que ese chico se comporte esta vez…

-¿Ese chico? ¿Changmin?- Agarró la botella de agua, su profesor estaba enfrente de ellos, dándoles coreografías para practicar.

-No, el otro…-Las mejillas de Junsu se tornaron de color rosado, Yunho no comprendía la actitud de su mejor amigo.- No lo conoces, se llama Yoochun y vive con Jaejoong.

-Ah… ¿Son novios?- Junsu negó con la cabeza, Yunho saludó a su profesor cuando el timbre sonó.- Entonces…

-Viven juntos porque Jaejoong es muy buena persona, no quiere que ese ser se muera de hambre y frió… Cuando lo conozcas te darás cuenta de cómo es realmente. Se cree un casanova, un donjuán.- Las palabras que decía Junsu, se iban acomodando en la mente de Yunho. Se estaba imaginando a un hombre corpulento, vestido de traje, usando gafas oscuras, sonriendo de costado.- Pero como dice mi hermano: “perro que ladra, no muerde”.

-A vos te gustaría que ese perro te mordiera. ¿No?- Escucharon una voz, que no era grave ni aguda, solo penetrante. Junsu observo a su costado, ahí estaba su amigo, Changmin. Parado al lado de la puerta, sonriéndoles, vestido lo más casual posible sin embargo, cualquier prenda le quedaba muy bien debido a su contextura física.

-¡Changmin!- Junsu abrazo cariñosamente al joven, Yunho sonrió hacia Changmin quien le devolvió la sonrisa. - ¿Qué haces por aca?

-Hoy tengo día libre. ¿No lo recuerdas, cerebro de delfín? Espera… Esta mal lo que dije, los delfines tienen una inteligencia diez veces superior a la tuya.-Yunho se quedó esperando la reacción alterada de Junsu, pero no la hubo. Junsu se mordió los labios.

-No seas tan malo conmigo… ¿Hasta cuando seguirás molesto?

-Hasta que dejes de pensar en ese chico. Es mi chico.

-ERA… ERA tu chico. Terminaron hace un año, supéralo ya, Changmin.-

Era una guerra de miradas, Junsu fruncía el ceño, Changmin mantenía la cabeza en alto. Yunho no sabía que hacer ante esta situación.

-Eso es lo que quieres. ¿No? Que supere mi separación de Yoochun…-Se acercó hacia Junsu, la mirada de Changmin se clavo en los labios del más bajo. Sabía que era muy tentador tenerlo a su disposición. Alguien como Junsu, alguien tan puro, tan inocente, alguien a quien corromper de esa forma. Acaricio con el dedo índice los labios de Junsu, provocandole un pequeño temblor.

-Cha..Chan…Chang..

- Eres tan… predecible.-Dejó de acariciar aquellos labios, para luego mirar a Yunho.- Ya sabía que estas loco por mi, Junsu. ¿Cómo estas Yunho?

-Bien. ¿Qué…-Pero Yunho no pudo continuar hablando porque Junsu comenzó a reírse escandalosamente asustándolo.

-¿Yo? ¿Loco por vos? ¿Me quieres hacer morir de la risa?... Primero, tengo mejor gusto. Segundo, no sé que vio Yoochun en vos pero no eres nada sorprendente.

-¿Y tercero?-preguntó desafiante Changmin.

-No hay tercero. No es necesario.-Justifico Junsu, se sentía victorioso. La presencia de Changmin lograba que Junsu se quedara callado, la mayoría de las veces, recibiendo los comentarios ácidos del menor. Sin embargo, dado que Yunho estaba con ellos, Junsu se sentía más fuerte.- Vamos de una vez.

Salieron de la Facultad de Artes, donde Yunho y Junsu estudian para ser coreógrafos profesionales. Aunque según Changmin, Junsu se volverá un Striper de poca ganancia.

-¿Y cuando empiezas a bailar por dinero, Junsi?- Yunho caminaba en el medio de aquellos dos, tratando que no hubiera conflictos. Conocía muy bien las costumbres de Changmin, su objetivo era siempre molestar a Junsu, tanto para que este comenzara a gritar como un niño pequeño.

-Mejor aprovecha ahora, Changmin. Puedes pedirle un baile privado y será gratis-Comentó Yunho, sorprendiendo a todos a su alrededor.- Quiero decir… Dejen de pelear, quiero ver la película tranquilamente.

-Se nota que no conoce ni a Jaejoong ni a Yoochun- Changmin pasó su brazo por el la nuca de Yunho, acercándolo a él. Le suspiro en el oído causándole “esa sensación” de placer, su oído: su debilidad.- Ver una película significa no ver una película.

-¿Qué quieres decir?-Yunho estaba contrariado.

-Lo que significa es que: vamos a emborracharnos, hablar hasta las tres de la mañana y ahogar nuestras penas mirando una porno gay.- Junsu sonreía contento de solo pensarlo.- Hacia mucho que yo quería ver “Semental, mi querido Watson”.

-¿Una porno gay? Esperen… Ustedes recuerdan que yo soy heterosexual. ¿No?

-Ese es un pequeño detalle, además… Eres gay- Changmin continuaba la charla sin notar el efecto que sus palabras causaron en Yunho.

-¡No soy gay!-gritó Yunho, apretando sus puños, Junsu agitó las manos.

-Calma, Yunho. Era una broma, nada más… Aunque pensándolo bien-meditó el más bajo.- No tienes novia, nunca miras a ninguna chica en la facultad… Y te juntas con un grupo de chicos gays…

-¿Y? Seré amigos de ustedes, pero no significa que sea gay…-Los labios de Yunho se encorvaron para un costado, Changmin se rió en secreto a la par con Junsu.

Ring Ring… Usted tiene un mensaje de sexo, digo de texto ring ring.

-¡Cambiale ese ringtone de una vez, Changmin!

-Calmante, Junsu.-Changmin sacó su celular de su bolsillo derecho del pantalón, leyó unos segundos el contenido del mismo. Marcó unos números para luego llamar a alguien más.- ¿Hola?... ¿Cuál es la urgencia, MinHo?... ¿Eh?... ¿La señora quiere el nuevo modelo? Me parece que el negro texturado, de veinte centímetros, que tiene pilas recargables esta en la caja de azul al lado de la puerta. ¿Ya la viste?... Genial… Nos vemos mañana… Chau.

-¿Era MinHo?- la curiosidad característica de Junsu siempre hacia su acto de presencia.

-Sí… Cómo me molestan esas señoras cincuentonas…

-Nunca recuerdo de que trabajan ustedes… -comentó Yunho, odiaba que lo dejaran de lado en las conversaciones.

-Trabajamos en el Sex Shop. ¿Cuánta capacidad de memoria tienes, Yunnie?-lo molestaba Changmin, recibiendo un empujaron por parte de Yunho.

-¿No les da vergüenza trabajar en un Sex Shop?

-No, no te creas. En el “Conejo Feliz”, no hay problemas. Lo único horrible del día es ver entrar a las amigas de tu mamá buscando su “felicidad” en objetos que vibran.-De tan solo pensarlo, otro escalofrió recorrió el cuerpo de Junsu. Ya quedaban tan solo pocas cuadras.

La conversación trataba sobre “objetos” que dan “felicidad”, señoras mayores solteras, Changmin molestándolo a Yunho, Junsu esperando que Yunho dijera que era gay y un lindo chico que debía ser acosado (claro esta, que esto ultimo solamente lo pensaron Changmin y Junsu).

Yunho sabía cómo, cuándo y dónde había conocido a sus amigos. Desde el primer día que entro en la Academia de Arte, estuvo rodeado de chicas, no es que le molestara solo que él quería estudiar. En ese momento, apareció Junsu. Su risa, su carisma, lo hicieron brillar entre toda la multitud de gente. Cuando Junsu vio el baile de Yunho, quedó sorprendido. Inmediatamente empezaron a conversar entre ellos, Junsu tenía “esas intenciones” pero Yunho dejó en claro cuales eran sus gustos. Muy a su pesar, Junsu se volvió su amigo y automáticamente Changmin conoció a Yunho por medio de Junsu.

Golpeó la puerta del departamento, Changmin seguía molestando a Junsu. Parecían niños pequeños, Yunho podía sentir cierta atracción de Changmin por Junsu, aunque él lo negara. En tan solo segundos, se abrió la puerta.

Un joven de cabellos negros azabache se asomó, tenía una camisa negra cuyo cuello era tan grande que se podía ver con perfección sus pectorales. Yunho se sonrojó de tan solo verlo, tragó saliva. “Frutillas” pensó Yunho al percibir ese aroma, proviniendo del pelo mojado de aquel joven.

-¡Jaejoong!-gritó Junsu, corriendo a encontrarse con su amigo. Se abrazaron fuertemente, Changmin tan solo saludó con la mano.- Este es mi amigo, Yunho…

-Un gusto, Yunho-la voz de Jaejoong era una tarjeta de invitación a cualquier fantasía pasional que Yunho podía imaginar.-Entren, entren…

El departamento estaba completamente ordenado, pulcro, limpio, se notaba que Jaejoong estaba a cargo de la limpieza. Yunho se sentó en el sofá cuando Jaejoong le ordeno. Observó a su costado, había alguien que estaba leyendo unas hojas con lo que parecía que eran partituras.

-No… Tiene que ser Fa mayor y luego… ¿Eh? ¿Tu quien eres?-le preguntó, cuando notó que no estaba solo sentado en el sofá. Yunho iba a decir algo, pero Changmin se sentó en el medio de los dos.

-Yoochun-lo llamó Changmin mirándolo desde la punta de los pies hasta su cabello desordenado. “Yoochun… Él debe ser de quien hablaba Junsu. El ex novio de Changmin… ¿Cómo pudo Changmin salir con alguien tan… común?” critico Yunho, disgustado por la forma de comportarse de aquella persona.

-Changmin-pronuncio Yoochun, aun sorprendido por la presencia de Yunho.

-Él es Yunho, es amigo de Junsu…

-¿No soy tu amigo?-cuestión Yunho. Changmin observó a Yunho y luego a Yoochun, estar sentado en el medio de los dos daba rienda suelta a su imaginación. “Lastima que Yunho no es gay”sentencio mentalmente cuando las imágenes de lo que hubiera sido un trío perfecto pasaron por sus pensamientos.

-Claro que eres mi amigo.

-Un gusto conocerte, YonHo-replico Yoochun, sonriéndole. Changmin negó con la cabeza.

-Se llama Yunho.

-Bueno, entonces que Yunho me corrija como dije su nombre.-reprochó Yoochun. Siendo amigos, luego de haber terminado su relación de meses, aun quedaban tensiones entre los dos. Changmin no soportaba la actitud altanera de Yoochun, y este odiaba cuando el más pequeño se hacia el intelectual.

-Esta bien… Dime como quieras- Desinteresado en su locutor, Yunho se levantó del sofá dejando a Changmin y Yoochun mirándose fríamente.

Changmin deseaba recibir el tacto de Yoochun, sentir esas manos sobre su cuerpo de nuevo, como tantas veces había pasado. Aun recordaba la primera vez sobre el sofá, cuando él estaba borracho pero eso no detuvo a Yoochun. Claro que no. Eso hacia aun más excitante el juego, Yoochun mordió, marcó cada centímetro de la piel de Changmin, amando cada gemido que podía escuchar del más joven.

La cruda realidad, Changmin había terminado con Yoochun cuando la relación no estaba avanzando para ningún lado. Obviamente que cuando tenían relaciones, todo era fantástico. Sin embargo, Yoochun no es una persona que pueda mantener una relación seria, claro que no.

-¿Cómo has estado?-preguntó Yoochun, al ver la cara sonrojada de Changmin, al notar como “aquello” se estaba marcando mucho en sus pantalones, cuando vio unas gotas de sudor recorre su rostro.-¿Qué te ocurre?

-Nada… Recuerdos-Sonrió Changmin, imitando a Yunho, se alejó de ese sofá. Los recuerdos eran muy fuertes, casi sentía la calurosa respiración de Yoochun en su cuello. Junsu abrazo a Changmin, cuando este entro en la cocina.

-Changmin Changmin Changmin-lo llamaba Junsu, tenía a Changmin entre sus brazos. Ya acostumbrado a que Junsu actuara como un niño, aunque no tenía nada de niño, algo que todos bien sabian. A veces le alegraba tener la compañía incondicional de Junsu a su lado, a veces lo odiaba. ¿Cómo era posible que Junsu sea tan adorable y tan pecaminosamente sexy al mismo tiempo? Sentir los brazos de Junsu rodeando su cuerpo, más los recuerdos de lo vivido con Yoochun; lo hacían desear beber lo suficiente para soportar todo. -¿Qué quieres comer?

-Pidamos Pizza-Yunho estaba parado al lado de la heladera, viendo los papeles pegados de las miles de pizzerías.

-Muy buena la idea, de esa forma me salvo de cocinar un día más.-Comentó Jaejoong, acercadote a Yunho, observando los mismos papeles. Sin querer, Yunho se giró para encontrarse a centímetros del rostro de Jaejoong. Era perfecta, ni una cicatriz, ni una mancha, tenía el deseo de tocar su piel para ver si sentía tan tersa como se veía. Jaejoong se percató de su mirada. ¡Cómo le encantaba que la gente se quedara viéndolo!

-Jaejoong, deja al chico en paz- Changmin logró sacarse a Junsu de encima, Jaejoong al oír que Changmin lo llamaba se volvió rápido para verle. Esa voz única que lo volvía loco noche tras noche, si Changmin solo supiera la cantidad de veces que se había tocado pensando en él, Jaejoong se avergonzó de si mismo.-Yunho no es gay…

-¿No eres Gay?-preguntó inocentemente Jaejoong. Yoochun que estaba caminando hacia la cocina escuchó lo que su SoulMate decía.

-¿YonHo no es gay?

-¿Cómo sabes que no eres gay? Porque para mi, eres gay-La sinceridad de Jaejoong no tenía el tacto adecuado para ciertas cosas. Yoochun se quedó en el marco de la puerta examinando cada centímetro del cuerpo de Yunho.

-Eh… No soy gay porque me gustan las mujeres- Se sentía acosado, era una pequeña ratita en el rincón de una cocina siendo examinado por cuatros gatos gays.

-No te lo creo. Nunca tuviste novia-replico Junsu, volviendo a molestar a Changmin, trataba de abrazar la espalda de este.
- Eso no tiene nada que…

-¿No tuviste novia? ¿No te dieron un beso? ¡En que mundo estamos viviendo!-exclamo dramáticamente Jaejoong. Yunho cada vez se sentía más pequeño en esa cocina.

Antes que Yunho pudiera decir algo para defenderse, todo se volvió oscuro. Las luces automáticamente se apagaron, dejando a los cinco jóvenes desconcertados.

-¿Se corto la luz?-la voz de Junsu sonaba más aguda de lo normal, odiaba la oscuridad.

-Quédate tranquilo.-la mano de Changmin acaricio el hombro de su amigo, reconfortándolo, anhelaba sentir la piel de Junsu bajo su tacto.

Jaejoong comenzó a tantear en la oscuridad, hasta encontrar una pequeña cajita, de la cual saco dos velas blancas. Yoochun sacó de su bolsillo un encendedor. Prendió una de las velas, la poca luz iluminaba sus rostros. Yunho seguía parado alejado de todos, Junsu casi abrazando el brazo de Changmin.

-Ahora no podremos ver la película- se quejó Junsu, desde esa posición podía oler el perfume resfrecante proveniente del cuello del más alto.- ¿Qué haremos?

La mentalidad pervertida, aun no descubierta por los demás, de Jaejoong se activo. Su propósito más que nunca era tener cerca de Changmin, sin levantar sospechas. ¿Cómo lo haría?

-¿Quieren?-preguntó Yoochun, sacando de la heladera varias latas de cerveza.- Vayamos al living así estaremos más cómodos.

La propuesta de Yoochun fue tomada con aceptación, los chicos se sentaron en el suelo. Comenzaron a abrir cada lata, Yunho estaba desesperado por tomar algo de alcohol. Era una noche demasiado alocada para él, nunca se había sentido tan avergonzado. Jaejoong lo observaba, cada centímetro, cada vez que suspiraba. Tenía miedo de esa persona, si estuvieran ellos solos, seguro que sería comido por Jaejoong.

-¿Y si jugamos a algo?... –sugirió Junsu, Changmin comenzó a negarse.- Vamos, podemos jugar algo… divertido y… “atrevido”.

La palabra “atrevido” proviniendo de las palabras de Junsu no conducía a nada perverso en la mente de los demás, sin embargo de la misma persona que lo dijo era: algo demasiado atrevido para comentarlo.

- Chicos, creo que mejor voy para mi casa…-estaba diciendo Yunho, hasta que sintió una mano agarrando su ante brazo. Era esa persona, Yunho se tensó con solo verle su rostro lujurioso.

-Quédate, Yunho. Por favor.-susurró Jaejoong. ¿Era conciente de lo alcoholizado que estaba? ¿Usó aquella voz que se encontraba casi al límite de los gemidos?

Sin oponerse, Yunho volvió a sentarse. “No es nada especial, Boo” pensó Yoochun cuando fue testigo de aquella escena. “¿Qué es lo que quieres de él? Es un simple y normal chico. No tiene nada que ofrecer. Su cuerpo estará trabajado, atlético, sin embargo es demasiado heterosexual para que valga la pena”.

-¡Verdad o consecuencia!-gritó Junsu, había estado meditando que clase de juego podría servir para aquel momento.

-¿Verdad o consecuencia?... –

-¡SI! Yo empiezo… Elijo a Chunnie- a borde de los gritos, Jaejoong señalo a su compañero de piso.- Decidí: verdad o consecuencia.

-¿Es necesario? No quiero jugar-La mirada suplicante de Jaejoong, el suspiro de enfado de Junsu, Changmin que ni se inmutaba y Yunho temiendo de lo que podría pasar: fueron las ideas que lograron cambiarlo parecer.- Elijo consecuencia.

-Tienes que… hacer un bodyquila con… -Sin articular más palabras, Jaejoong tomó a Junsu del brazo, empujándolo al lado de Yoochun.

-¿EH? ¿Por qué yo?-cuestiono Junsu.

-¿Qué es un bodyquila?-la pregunta de Yunho causó que Jaejoong se desplomara en el suelo de la risa. Changmin se sonrojó, Junsu miró suplicantemente a Yoochun.

-Esperen…-Jaejoong salio corriendo en busca de los materiales para hacer el bodyquila.-Yunnie… Un bodyquila es… lamer… la sal… luego tomar el tequila… para luego comer el limón…

-Eso suena como un tequila normal- Changmin negó con la cabeza, Jaejoong le paso la sal, el limón y la botella de tequila a Yoochun.

-No… no es para normal… -rechazó Junsu, y volvió a rechazar acostarse en el suelo como Jaejoong se lo estaba pidiendo.- No, no lo haré…

-¡Tienes que hacerlo, Junsu!... ¡Lo haces o yo cuento tu “secreto”!- amenazó Jaejoong.- ¡Y tu también lo haces!... Sino cierto video aparecerá en todas las paginas: Youtube, Veoh, DailyMotion, y muchas más.

-No te atreverías-respondió Yoochun, viendo como Junsu derrotado se acostó sobre el mármol del suelo, levantando su remera blanca. Changmin se quedó atento, podía distinguir cada músculo en el torso de Junsu, como se contraían cuando Junsu respiraba agitadamente. “…Yoochun, bastando afortunado…”

-Claro que me atrevo… Como cuando… lo hice esa vez…-susurró Jaejoong en el oído de Yoochun, el rostro de este al escuchar tales palabras cambio.

Tantos secretos, tantas miradas, tanta perversión. Era un mundo que Yunho jamás había visto, jamás había conocido pero jamás quería entrar en él. Changmin estaba incomodo, se notaba en sus gestos, no dejaba de moverse de su asiento. Yoochun tomó el vaso pequeño, colocándolo en el ombligo de Junsu.

“Cuando Changmin vea esto, seguro que… Verá la cara de goce de Yoochun… Tienes que olvidarte de Yoochun, Changmin… Deja que yo… ocupe su lugar”. El alcohol era causa y consecuencia de la actitud excepcional de Jaejoong. No sólo él se encontraba en tal estado, Yunho también estaba perdiendo la coherencia de sus actos.

Tiró la sal sobre el torso desnudo de Junsu, haciendo que éste soltara un pequeño grito sobresaltado. Por su parte, Junsu tomó el limón entre sus labios. Sin previo aviso, deseando con terminar todo esto en segundos, lamió la sal del cuerpo de Junsu.

“Ah…” mordió aun más el limón, dejando escapar un leve gemido. Yoochun bebió el vaso directamente desde el ombligo de Junsu, se dirigió a los labios de su amigo. El tequila actuó rápidamente, un ardor gobernaba en su garganta, necesitaba esa rodaja de limón con urgencia. Mordió el limón, rozó los labios de Junsu.

La sala se congelo. Solamente el corazón de Changmin latía con fuerza, retumbando en su pecho. Yunho miró hacia otro lado, se estaba sintiendo mareado, había tomado más de cuatro latas de cervezas una tras otra.

-Listo… -sonrió victorioso Yoochun, no podía fijar su vista dado que todo estaba dando vueltas en su mente. Junsu se levantó enseguida, vio el rostro de Changmin. Seguía estable, solo en apariencia.-…Tu turno, Changmin…

-¿El mío? No voy a jugar a esto…-Quería irse, escapar de la imagen de Yoochun saboreando los labios de su Junsu. Porque él sabía que algún día tendría a ese niño sensual bajo sus garras. De esa forma, podría superar por completo a Yoochun, así lo pensaba en su interior.

-Si, Changmin, te toca.-Dijo victorioso Jaejoong, esperando que Yoochun se diera cuenta de su plan. Siendo SoulMate, debería saberlo. Sin embargo Yoochun estaba muy pasado de copas.

Junsu se escondía detrás de la figura de Yunho, susurrándole que lamentaba que viera tales cosas.

-Verdad, elijo verdad-sentencio Changmin, viendo como Yunho y Junsu susurraban.

-¿Cuando fue la ultima vez que te mas...mastubaste?-preguntó Yoochun. Jaejoong se sentía decepcionado al saber que Changmin había elegido “verdad”. Si tan solo, hubiera elegido “consecuencia”: lo que haría con él.

-Antes de ir a buscar a Junsu y Yunho…-La rabia de Changmin se expandía por la habitación. Estaba harto todo lo que estaba ocurriendo. Debió ser él que estuviera en el lugar de Junsu, debió ser él que estuviera en el lugar de Yoochun. ¿Cómo era que podía desear a dos personas al mismo tiempo?
¿Cuándo fue que se había vuelto tan pervertido, tan ambicioso?- Le toca a Yunho.

-¿A mi? ¿Están locos? Yo no juego.-

-Claro que juegas…-Jaejoong empujaba a Yunho, sus manos presionaban la espalda de esté. Junsu se acerco a Changmin. Yoochun estaba sentado contra la fría pared, esperando que Yunho se levantará y se fuera.

-¿Tienes miedo, Yonho? ¿Nos tienes miedo? Si eres tan hetero, atrévete. Besar a un hombre no te hará nada…-comentó desde el rincón.- O eres cobarde…
 

T.o. Y.o.u. I















T.o.Y.o.u.

Soy una persona muy inocente, pura, casta. Aunque nadie lo crea así, siempre es lo que sentí. Puede que todo el mundo se confunde sobre mi forma de ser, dado que soy muy carismático. Sin embargo, sigo siendo un tierno niño.

-¿Qué estas pensando?-me preguntó Jaejoong, desde la cocina. El olor a kimchi estaba poblando nuestro living.

-En lo santo e inocente que soy-conteste con perfecta sinceridad. La risa de Jaejoong duró varios segundos, me alteré desde el sofá.- ¿Qué es gracioso? ¿EH?

-¿Vos, inocente? Sos el antónimo de la inocencia. Ven, necesito ayuda con esto.-exigió dulcemente. Me agradaba mucho la compañía de Jaejoong, más cuando es nuestro día libre del trabajo.

Nos conocimos de casualidad, en realidad, no tanta casualidad. Yo salía con la hermana de Jaejoong, hasta que me di cuenta de mi verdadera orientación (no estoy hablando de una carrera universitaria, sino de mi sexualidad). Jaejoong lo primero que hizo fue: golpearme.

-Agarra ese cuchillo y corta las papas para hacerlas puré.- Señaló la montaña de papas que había en un rincón de la cocina.

-Son muchas…-me quejé. Me miró, esa mirada fría.-Esta bien. No hace falta que te enojes así.

-No me enoje

-Pero tu mirada fue de “te mataré, Yoochun”.

-Te equivocas-susurró sonriéndome.

-No me equivoqué.

-Mi mirada fue de “Te mataré, Yoochun. Y lo haré muy lentamente”.

Me reí, tanto como aquella vez que recibí el golpe de Jaejoong. Le había dicho a Mao, su hermana, la verdad. Jaejoong estaba escuchándonos detrás de la puerta como un buen hermano preocupado por su hermana. Al oírme decir que era gay, apareció en el cuarto molesto. Mao no sabía que decir, acepto mi decisión. Sin embargo, Jaejoong dijo unas cuantas cosas y luego me golpeo en mi bello rostro. Reí al recibir ese golpe, porque Jaejoong también es gay. Lo sabía, desde hacia tiempo. Por eso, si un gay te pega porque soy gay, es muy ilógico. Luego de aquel momento de violencia por parte de mi amigo, tuvimos varias conversaciones.

El tiempo pasó, forjándose una amistad inquebrantable entre nosotros. Mudarnos juntos fue idea de Jaejoong, acepté. Solo acepté por dos motivos: Jaejoong sabe cocinar y el alquiler dividido entre dos personas es mucho más barato.

-Listo-dije triunfante. Jaejoong observó mi obra maestra, con una ceja arqueada.- ¿Qué?

-Nada, nada… ¿Ya hiciste la nueva canción?

-No aun.- Me senté el taburete de cuero negro, observando como Jaejoong cocinaba. Se quitó el sudor de su frente con su antebrazo, su pelo negro azabache lo hacia lucir muy “apetecible”. Tanto ir al gimnasio, tanta crema para su tersa piel, lo dejaba impactante a la vista. Si no fuera porque lo quiero como amigo, como mi alma gemela…En este mismo momento, estaría mordiendo su cuello para dejar pequeñas marcas moradas. Una promesa es una promesa. Ambos juramos: “No atentar contra nuestra amistad”. Y violar a un amigo, es justamente eso: atentar contra la integridad de nuestra relación.

-Tenes que tenerla lista para mañana. Ya quisiera cantarla.-Sinceró terminando de calentar un poco de agua.- Seguro será un éxito.

-No le encuentro el sentido de componer canciones para una cafetería. Ya sabes que lo que más deseo es ser un gran compositor. Siento que pierdo mi tiempo tocando el piano ahí.- Soltó la cuchara con la cual revolvía el contenido de una cacerola, se acercó hacia mi. Podía notar la molestia dentro de sus ojos castaños oscuros.

-Park Yoochun. ¿Cuántas veces tendré que decirte que ya eres un gran compositor? Algún día entrará un empleado de una disquera, escuchara una de tus canciones y te contratara en el acto. Yo te tengo fe.-Me beso en mi mejilla, me sonroje ante su afecto. Estaba acostumbrado a que Jaejoong fuera tan cariñoso conmigo, sin embargo su tacto quema mi piel.

-Mejor me voy a terminar esa canción, así puedo comer tranquilo.- Caminé hasta mi habitación. Otra regla de nuestra amistad fue que cada uno tuviera su cuarto y sus cosas. Solo compartimos la cocina, el living y el lavarropa. De esa forma, no hay peleas. Me senté en mi cama, mirando el pequeño teclado electrónico que tenía a mi lado. Lo apoyé sobre mis piernas, las partituras estaban en la mesa de luz. Releí algunas líneas, dejé que mis dedos continuaran creando una melodía dulce y al mismo tiempo rápida.

Estaba agradecido por el empleo que tenía, siendo el pianista de una cafetería lujosa, era reconfortante. Aunque deseaba triunfar artísticamente en otros aspectos. Por medio de Jaejoong, dado que él es el pastelero de la cafetería, logró que yo consiguiera ese empleo. El único inconveniente es que cada mes debo escribir dos canciones nuevas para agregar al repertorio, de esa forma no se volvería tan trivial.
-¡Ya esta la cena!-gritó, casi como un canto. En seguida aparecí en el comedor, sentándome. Mis ojos estaban fijos en el plato que tenía frente de mí. La comida de Jaejoong es igual que un afrodisíaco hecho por los dioses. Se sentó a mi lado, esperando que comiera primero. Me llevé a la boca un bocado, los gustos de la pimienta, el suave sabor a limón con un toque de kimchi causo su efecto esperado: me termine el plato en poco tiempo.

-¿Cómo puede ser que siendo tan buen cocinero, tan lindo, tan amable, no tengas novio?- cuestione en voz alta.

-Porque soy muy selectivo con mi presa.-comentó sonriéndose. – Quiero que sea una persona seria, pero a la vez se ría de sus propios chistes. No tenga miedo el ridículo, aun así no sea un tarado. Que tenga buen físico, inteligencia, y un auto.

-Jaejoong…Estas describiendo al hombre perfecto, hasta las mujeres coinciden con vos.- Aunque todo lo que Jaejoong, era exactamente lo que yo deseaba.- Somos muy hermosos, tenemos todo el futuro por delante. Y aun así, estamos solteros.

-Pero no por mucho tiempo- Aclaro, sirviéndome un poco de agua en mi vaso.- Hablé con Junsu esta mañana.

-¿Con Junsu? ¿Ese chico de risa estrepitosa, él que tiene un culo del tamaño de una sandia?

-Si, exactamente ese. Te acordas muy bien de él.- Trató de guiñar su ojo derecho, fallando olímpicamente.- Bueno… El punto es que este Martes.

-¿Mañana?

-¿Mañana es Martes?

-Sí. ¿En qué mundo vives?

-Como decía…-ignorando mi comentario, se arregló su cabello. Siempre tenía que estar perfecto. Lo peor de todo, es que siempre estaba perfecto sin tener que arreglarse nada.-…Mañana vendrán los chicos para ver una película.

-¿Chicos? ¿Quiénes vienen?- Esto me estaba sonando peligroso, Jaejoong se levantó, tomando los platos ya vacíos.

- Creo que me menciono que vendría con Changmin y un chico que no conocemos.-Se sonrojó un poco al decir el nombre, aquel nombre que suspira cuando sueña. Tan predecible, lo conozco tanto a Jaejoong que a veces me aburre estar a su lado.- Todos disponibles.

-¿Qué película veremos?- La idea de conocer gente nueva era refrescante a la vez de excitante.

-No sé, no me importa. Te advierto, nada de…tu sabes.-

-¿Nada de que?

-No quiero que comiences con tu acto de galán. Todos sabemos que eres muy lindo, con una hermosa voz, pero no quiero que estés acosando a Junsu de nuevo.

-Eso fue una vez, y fue porque Changmin me retó a hacerlo- me justifique.

Soy una persona inocente. En realidad, lo era. El día que conocí a esa persona, todo cambio en mi vida. Para bien y para mal, él se volvió mi adicción.

 
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